La decisión de las empresas petroleras YPF y Petronas de construir una planta de gas natural licuado (GNL) en Río Negro generó gran polémica entre los gobiernos nacional, bonaerense y rionegrino. Se trata de una inversión por más de US$ 30.000 millones por la cual el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, se desvivía. Tras conocerse la elección de las compañías, el kirchnerismo acusó al gobernador rionegrino, Alberto Weretilneck, de haber negociado previamente con la administración nacional a cargo de Javier Milei.
Por eso, en medio de las repercusiones que generó la elección de Punta Colorada, Río Negro, por sobre Bahía Blanca, en el sur de la provincia de Buenos Aires, para construir una planta de GNL, Weretilneck salió este domingo a aclarar que se trató de un fallo “absolutamente técnico”. Respecto a las acusaciones de la oposición sobre “presuntos diálogos previos” con el Gobierno nacional, el mandatario patagónico sostuvo que “es todo falso”, desmintiendo así las acusaciones.
“No hubo ningún funcionario de Nación con el que hayamos dialogado este tema a cambio de otras cosas. El único diálogo que tuvo la provincia fue con YPF, diálogo absolutamente técnico. No hubo ningún tema que tuvo que ver con la política”, se explayó Weretilneck en declaraciones a Radio Rivadavia. Y consideró que los sectores que critican la designación de Río Negro “buscan argumentos para justificar el no poder haber igualado a nuestra provincia en esta pulseada”.
En esta línea, el mandatario rionegrino avizoró: “Vamos a empezar a vivir este tipo de competencias entre provincias todo el tiempo en Argentina”. “Nadie puede seguir con la lógica actual que había en que las grandes inversiones iban a los lugares donde ya había infraestructura hecha. Sino lo único que hacemos es concentrar en los mismos lugares de siempre. se necesita más federalismo”, concluyó el gobernador que se quedó con una de las mayores inversiones en la historia de YPF, en conjunto con la firma estatal malaya Petronas.
Qué dicen desde el kirchnerismo al respecto
Una de las voces K que se manifestó sobre la planta de GNL fue la camporista Mayra Mendoza, intendenta del partido bonaerense de Quilmes. ”Es preocupante y penoso que se tomen decisiones de inversión tan importantes como la de YPF en base a cuestiones puramente ideológicas y personales”, planteó Mendoza. A su vez, lamentó que no se tuvo en cuenta “lo mejor para la empresa y, sobre todo, para los argentinos y argentinas, como hubiese sido haber elegido a Bahía Blanca como puerto de exportación”.
A su vez, sostuvo que “está claro que no es una decisión de la empresa, sino que se debe a un capricho del presidente Javier Milei para castigar a los habitantes de Bahía Blanca y la provincia de Buenos Aires”. “Como dijo el gobernador Axel Kicillof, la única realidad es que Milei decidió castigar a los bonaerenses porque no lo votaron. Todos sabemos que desde hace ocho años se viene trabajando en el puerto de Bahía Blanca para la instalación de la planta de gas comprimido, que tiene ya completa su infraestructura portuaria para llevar adelante un proyecto de esa envergadura”, expresó.
Y agregó: “Debería tomarse como ejemplo la decisión de (la dos veces presidenta) Cristina Kirchner en el año 2012 cuando en forma valiente, y pagando todos los costos políticos necesarios, dio un vuelco estratégico para la modificación de la matriz energética del país, recuperando YPF y firmando los contratos internacionales necesarios para desarrollar Vaca Muerta. Eso es lo que un verdadero presidente tiene que hacer, pensar en el interés general y en el desarrollo nacional”.