Silvana Giudici, diputada nacional del PRO, conversó esta mañana con CNN Radio sobre la denuncia que pesa sobre el expresidente Alberto Fernández por presunta violencia de género contra la ex primera dama, Fabiola Yañez. En su intervención, Giudici manifestó su profunda indignación: «Las imágenes son estremecedoras y representan una degradación sin precedentes de la figura presidencial. Hemos sido testigos de situaciones graves, como bolsos llenos de dinero arrojados en conventos o asesinatos de colaboradores cercanos a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, pero esto supera cualquier expectativa«.
Durante el programa CNN Primera Mañana, conducido por Pepe Gil Vidal, Giudici expresó su rechazo a los hechos y extendió su solidaridad a todas las mujeres que han sufrido violencia. Además, destacó la necesidad de reflexionar sobre lo que están atravesando estas mujeres: «Fabiola es una víctima que merece nuestro apoyo y acompañamiento».
Giudici también subrayó que estos eventos están ligados a una denuncia por corrupción: «Es importante recordar que esto no es un caso aislado. La violencia es solo un aspecto, pero también debemos considerar el comportamiento del kirchnerismo cuando estuvo en el poder. Este escándalo surge en el marco de una causa por corrupción, donde se orquestó un esquema para apropiarse de recursos públicos en detrimento del Estado».
La diputada añadió: «La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner mencionó en dos ocasiones que podía mostrar los teléfonos, pero no todos. Esto hace referencia a situaciones de manipulación de la figura presidencial, con Fabiola apodada despectivamente. Todos eran conscientes del ambiente inadecuado que imperaba en la Casa Rosada y en la Quinta de Olivos«.
Finalmente, Giudici adelantó que se presentarán numerosas pruebas, incluidas evidencias y videos que vinculan a la periodista Tamara Pettinato en la oficina presidencial.
«Desde el escándalo de la fiesta en Olivos, la credibilidad de Alberto Fernández quedó en entredicho. Ahora, muchas personas deberán rendir cuentas, desde la maquilladora hasta los custodios y médicos de la residencia de Olivos, por haber consentido y encubierto a alguien que claramente exhibía un comportamiento psicopático, depredador, violento y maltratador», concluyó Giudici.
