La exprimera dama Fabiola Yáñez brindó en las últimas horas una extensa entrevista al portal Infobae en la cual abordó varios temas relacionados con la denuncia penal que ella realizó contra el expresidente Alberto Fernández por violencia de género. En ese marco, Yáñez habló de las infidelidades cometidas por Fernández, al tiempo que se refirió a los videos que muestran a Tamara Pettinato en el despacho presidencial, los cuales fueron filmados por el propio exmandatario.
Mientras reflexionaba sobre el aislamiento de sus vínculos que sufrió a raíz de la violencia que presuntamente le ejerció Fernández, Yáñez expuso al expresidente al manifestar lo siguiente: “Yo he cuidado a este hombre, lo he cuidado de tantas cosas que él ha hecho, de tantas cosas, que esos videos que aparecieron el otro día son poca cosa al lado de las cosas que él ha hecho”.
Así, la exprimera dama hizo clara alusión a los videos vislumbrados el último jueves, en donde se ve a la mediática en el despacho presidencial bebiendo cerveza, hablando del vínculo amistoso o amoroso que lo une con Fernández y escribiendo una carta en una hoja membretada con los símbolos de la Casa Rosada. Al respecto, Yáñez admitió que ya había visto los registros fílmicos y detalló que los encontró en el teléfono de Francisco, el hijo que tuvo con Alberto Fernández en 2022.
“Había otras fotos y otras personas. Él comete el error o no sé, la desprolijidad, llamémoslo como queramos. Había un teléfono que no se utilizaba y con ese teléfono le ponía música para dormir a Francisco. Ese teléfono un día volviendo de Chapadmalal para que el nene estuviera tranquilo, le ponemos música y se lo damos. El nene con un año y medio ya sabía cómo se maneja. Mi mamá, que estaba al lado de él, le saca el teléfono y me dice: ‘Fabiola, ¿qué es esto?’. Y me lo entrega. Había una foto de una mujer desnuda. Obviamente se la habían enviado a él. Y empiezo a mirar y descubro que estaban esos videos”, se explayó.
Sobre su reacción al momento del descubrimiento de ese material, dijo: “Yo creo que a esa altura ya estaba, no sé, como adormecida, porque esto ocurría todo el tiempo. Ocurría todo el tiempo. El trabajo psicológico que habían hecho conmigo había normalizado esas situaciones”. Seguidamente, respondió afirmativamente a la pregunta sobre si los engaños ocurrían todo el tiempo.
“¿Esas imágenes que encontraste eran de mujeres que conocías?”, le preguntó la entrevistadora a Yáñez, y ésta le respondió: “Personalmente, no las conozco. Algunas sí. ¿Públicamente? Sí”. “O sea, hay mujeres famosas en ese material”, siguió la periodista, y la exprimera dama asintió: “Sí, claro”, pero no quiso decir sus nombres. “No sé exactamente cómo ni a dónde llegaron. Mi teléfono obviamente debe estar intervenido de alguna manera. Creo que esa es la razón por la cual comienzan a aparecer todas estas cosas también”, añadió.
Retomando lo de los videos hallados en el teléfono celular que estaba manejando su hijo, agregó: “Mi mamá se lo sacó enseguida, pero cómo es esa desprolijidad de darle un teléfono a un niño donde tenés conectadas tus cuentas y tus cosas. O tenés guardadas fotos o videos que grabaste o cosas que hiciste. Esto no se trata de mí, se trata de cuidar a Francisco. Y que me haya animado es porque necesito estar íntegra para mi hijo”.
En otro tramo de la charla, la periodista Tatiana Schapiro le preguntó si en algún momento fueron un problema en la pareja las infidelidades. “Claro que sí. Recibía cosas todos los días, las mismas mujeres me las mandaban. Muchas mujeres me mandaban cosas al teléfono”, dijo Fabiola. Y también indicó que Fernández, ante ello, le decía “que era una broma”. “Primero lo negaba, después lo asumía, pero tampoco lo dejaba de hacer”, siguió.
“Cuando le mostré y fui a decirle: ‘¿Qué es esto que está en el teléfono del nene?’, me dijo: ‘Ay, no, eso es una broma. Esa chica está todos los días en la Casa Rosada. Y eso fue una broma. Bromea con todo el mundo’. Claramente no era una broma. Encima me subestimaba”, puntualizó Yáñez, y admitió: “Igualmente, no hice nada. Lo único que quería era irme. No quería saber más nada. No me importaba ya ni discutir con él. Me quería ir”, cerró.