En el mes de junio, la industria argentina mostró una caída del 1,6% en comparación con el mes anterior, manteniéndose en una tendencia negativa durante gran parte del año. Por otro lado, el Indec indicó que el sector de la construcción presentó un crecimiento del 2,7% en junio, moderando el fuerte repunte del 6,2% registrado en mayo.
De acuerdo a datos del Indec, el retroceso en la industria se suma a los ya registrados en meses anteriores, con la excepción de febrero donde se observó un leve incrementos del 0,2%. El panorama para la industria sigue siendo sombrío, sin señales claras de una recuperación significativa en el corto plazo.
Si bien la construcción creció 2,7% mensual, se reporta una caída del 35,2% a nivel interanual. Este descenso refleja las dificultades que enfrenta el sector, afectado por un contexto económico desafiante y una baja en la demanda de nuevas obras.
Los datos interanuales en la industria y la construcción no repuntan
Los datos, que fueron dados a conocer por el Indec a través del Índice de Producción Manufacturera Industrial (IPIM) y el Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC), también destacan que en términos interanuales, la industria muestra una contracción del 20,1%. Esto significa que el sector manufacturero ha perdido una quinta parte de su capacidad productiva en comparación con el año anterior, lo que evidencia una crisis profunda en la industria nacional.
El acumulado anual hasta junio no presenta un escenario más alentador. La industria acumula una caída del 16,1%, mientras que la construcción registra una baja del 32,7%. Estos números reflejan la prolongada recesión que afecta a ambos sectores, que no logran recuperarse en un contexto de alta inflación, incertidumbre política y restricciones económicas que limitan la inversión.
Las proyecciones para los próximos meses no son optimistas, ya que los factores que han incidido negativamente en estos sectores no han mostrado señales de mejora. La elevada inflación, la devaluación del peso y las altas tasas de interés continúan erosionando la competitividad de las empresas, lo que dificulta cualquier intento de recuperación.
En definitiva, la economía argentina sigue atravesando un período complejo, donde la industria y la construcción son dos de los sectores más afectados. Si bien la construcción mostró un leve repunte en junio, la tendencia general es de una contracción sostenida en ambos sectores, lo que genera preocupaciones sobre el futuro.