La diputada nacional de La Libertad Avanza, Marcela Pagano, continúa marcando diferencias en el bloque libertario. Tras un homenaje a Evita que le valió críticas en redes sociales, ahora la periodista pone el foco en los Derechos Humanos.
Pagano está organizando un homenaje a las monjas francesas Léonie Duquet y Alice Domon, víctimas de Alfredo Astiz, «el Ángel de la Muerte», quien se infiltró en la Iglesia Santa Cruz para obtener información sobre el grupo fundador de Madres de Plaza de Mayo. Las profundas convicciones católicas de la legisladora la llevaron a elegir a estas religiosas para rendir tributo.
La idea de Pagano es que la actividad sea transversal, con participación de referentes de todo el arco político, desde Unión por la Patria hasta la izquierda. Aunque las invitaciones fueron cursadas informalmente, algunos espacios políticos dudan en aceptar el convite.
Este homenaje sucede a pocas semanas de la controversial visita de un grupo de diputados liberales a represores de la última dictadura militar en el penal de Ezeiza, lo cual generó una ola de controversia. La elección de los Derechos Humanos como bandera busca tender puentes con otros espacios políticos y desagraviar a las víctimas de Astiz, marcando una clara diferencia con el sector de su bloque que propone el negacionismo y la reivindicación de las violaciones de Derechos Humanos durante la dictadura.
La postura de Pagano, informó NA, se contrapone a la de Beltrán Benedit y Guillermo Montenegro, quienes justificaron la visita a Ezeiza como un encuentro con «excombatientes que libraron batallas contra la subversión marxista por orden de un gobierno constitucional». Mientras la mayoría del bloque libertario calla ante esta visión, Pagano busca sacar el debate a la luz pública, rechazando la percepción de que La Libertad Avanza acompaña el relato justificador del terrorismo de Estado.
Rebelde y provocadora, la periodista sabe que su iniciativa no será bien recibida en parte del bloque, que prefiere evitar divisiones internas. Sin embargo, Pagano, que llegó a la banca por su amistad con Javier Milei, no teme disentir y pagar el costo de ser marginada, reafirmando su compromiso con los Derechos Humanos y su independencia dentro del espacio libertario.