En los primeros meses del gobierno libertario, los datos de la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social revelaron un aumento de despidos y el congelamiento en la contratación de trabajadores por parte de empresas privadas en toda la Argentina. Otros análisis destacan que en mayo del 2024 la generación de empleo fue tan baja que llegó a niveles comparables con la crisis económica del 2002.
Según la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL), el dato de estancamiento en las contrataciones fue el peor desde el derrumbe de mayo de 2020, durante la pandemia. A pesar de este sombrío panorama, recientes datos indican que el mercado laboral podría estar mostrando signos de mejora, aunque de manera lenta y desigual.
La caída de trabajadores registrados en el sector privado se está desacelerando, el salario está empezando a recuperarse tras la devaluación, y las expectativas de contratación podrían mejorar según los últimos indicadores de actividad. Esta percepción podría confirmarse con los nuevos datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) y la última EIL, que se publicarán la próxima semana.
El problema está en la falta de nuevas contrataciones laborales
El economista Federico Pastrana de C-P Consultora expresó en X sus dudas sobre si es motivo de celebración que la economía haya pasado de destruir 38.000 puestos de trabajo en enero a 13.000 en abril. «Hay síntomas de que dejamos atrás el shock y la economía se está acomodando a una recesión prolongada», advirtió. Además, Pastrana subrayó que el empleo se ve más afectado por la falta de nuevas contrataciones que por los despidos, destacando que la incertidumbre y las bajas ventas impiden que las empresas contraten más trabajadores.
Por otro lado, Matías Kulfas, exministro de Producción, ofreció una visión diferente. Según su consultora Audemus, la actividad económica tocó fondo en marzo y ha mostrado signos de recuperación desde entonces. Sin embargo, Kulfas señaló que esta recuperación es parcial y desigual, sugiriendo que la mejora será lenta debido al cambio de modelo económico en curso. «Algunos sectores productivos empiezan a recuperarse, pero operan en una ‘nueva normalidad’ de niveles de producción más bajos», afirmó el exfuncionario del gobierno de Alberto Fernández.
El salario promedio repuntó pero sigue siendo más bajo comparado con el último mes de la gestión de Sergio Massa
Los datos oficiales también reflejan una desaceleración en la disminución de trabajadores privados, con caídas mensuales reduciéndose del 0,6% en enero al 0,2% en abril. Además, se observó un crecimiento acumulado del 7,5% en la capacidad de compra del salario promedio durante los primeros cinco meses del año. No obstante, el salario real medio en mayo de 2024 todavía estaba un 4,6% por debajo del nivel observado en noviembre de 2023, antes de la aceleración inflacionaria provocada por la devaluación en diciembre.
El gobierno anticipa que las expectativas negativas de contratación podrían empezar a revertirse lentamente. A pesar del ajuste implementado por el equipo de Luis Caputo, la desocupación no se disparó, pasando de 6,9% en el primer trimestre de 2023 a 7,7% en el mismo período de 2024. Según el SIPA, entre noviembre de 2023 y abril de 2024, el sector privado registrado perdió 110.000 trabajadores, lo cual es significativo, pero considerando que este sector abarca a más de 6 millones de empleados, la situación muestra cierta resiliencia en el mercado laboral.
