El Gobierno nacional implementó cambios significativos en el sistema de transporte público en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Estas modificaciones incluyen ajustes en las rutas y horarios de varias líneas de colectivos con el objetivo de mejorar la eficiencia del servicio, adaptándose a las nuevas necesidades urbanas y optimizando el uso de recursos. Sin embargo, estas alteraciones podrían tener impactos variados para los usuarios del transporte público.
Los cambios, oficializados mediante la Resolución 801/2024 en el Boletín Oficial, buscan reducir los tiempos de espera y mejorar la conectividad entre diferentes zonas del AMBA. Según el Ministerio, las modificaciones son necesarias para responder a la evolución de la ciudad, que incluye nuevas construcciones, cambios en las rutas y patrones de tráfico que afectan la movilidad diaria.
Nuevas normas para los 27 colectivos del AMBA
Entre las líneas afectadas se encuentran varias de las más utilizadas en la región, como la 71, 93, 107 y 123, entre otras. Los ajustes podrían incluir cambios en los recorridos, adiciones o eliminaciones de paradas, modificaciones en los horarios de salida y llegada, así como en la frecuencia de los colectivos. También se contempla la posibilidad de modificar la cantidad de unidades asignadas a cada línea para adaptarse a la demanda actual.
La normativa establece que las empresas de transporte deben adecuar sus servicios a los nuevos parámetros establecidos, lo que podría implicar la incorporación de tecnología y mejoras en la accesibilidad. Según se detalla en el documento, estas medidas están orientadas a garantizar que los autobuses circulen por las rutas más eficientes, reduciendo así los costos operativos y mejorando el servicio para los usuarios.
No obstante, a pesar de los objetivos de mejora, los cambios también podrían generar inconvenientes. Para algunos usuarios, la alteración de las rutas habituales podría aumentar los tiempos de viaje o dificultar el acceso a ciertos destinos. Además, la implementación de estos cambios suele requerir un período de adaptación tanto para los operadores de transporte como para los pasajeros.
El impacto de estos cambios será monitoreado de cerca por el Ministerio de Economía y la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), quienes se encargarán de evaluar la efectividad de las medidas y realizar ajustes adicionales si es necesario. La Resolución 801/2024 se enmarca dentro de un plan más amplio de modernización del sistema de transporte, que incluye la optimización de las redes de colectivos y la mejora de la infraestructura urbana?.
En definitiva, mientras que los cambios en las líneas de colectivos en el AMBA prometen mejoras en la eficiencia del servicio, es probable que los usuarios enfrenten tanto beneficios como desafíos a medida que se adaptan a las nuevas rutas y horarios.
