En julio, la producción manufacturera de las pymes en la Argentina experimentó una caída del 17,8% en comparación con el mismo mes del año anterior. A pesar de esta retracción, la cifra representa una leve mejora en relación con el deterioro constante que venía registrándose en los meses previos, donde las caídas interanuales eran aún más pronunciadas.
El relevamiento de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) destaca que, aunque la producción se contrajo nuevamente, la tendencia a la baja no se profundizó como en meses anteriores. En comparación, la caída en junio fue del 20,4%, marcando un descenso más agudo que el registrado en julio. Esta desaceleración en la caída podría interpretarse como un indicio de que la situación, si bien crítica, no se ha agravado al ritmo que se venía observando.
El Índice de Producción Industrial PyME (IPIP) reveló que las empresas del sector trabajaron al 60,6% de su capacidad instalada durante julio, y el 19,3% de ellas enfrentaron dificultades para pagar salarios. «Es el octavo mes consecutivo en caída, en un mercado donde los precios se han estabilizado, pero la pérdida de poder adquisitivo continúa afectando la demanda interna», señalaron desde CAME, poniendo en evidencia los desafíos persistentes para las pequeñas y medianas empresas.
La dificultad que deben enfrentar las pymes en la actualidad
Además de los problemas productivos, la falta de acceso al financiamiento y los elevados costos operativos fueron señalados como factores que agravan la situación de las PyMEs. Desde CAME alertaron que «este escenario se agrava por las dificultades en el acceso al financiamiento y los altos costos operativos, lo que coloca a muchas pymes en una situación difícil y con márgenes de rentabilidad estrechos».
El informe detalla que la falta de ventas es el principal obstáculo, afectando al 39,3% de las empresas encuestadas. Le siguen los altos costos de producción y logísticos, que impactan al 37,2%, la falta de acceso al financiamiento con un 12,2%, y los problemas de cobranza, que afectan al 5,9% de las PyMEs. Como resultado, un 33,4% de las empresas se vio obligada a reducir sus gastos operativos, mientras que otro 23,9% optó por diversificar sus productos.
En términos sectoriales, el rubro de Químicos y Plásticos fue el más afectado, con una contracción del 27,5% en comparación con el año anterior. Le siguen Papel e Impresiones, que sufrió una caída del 26,9%, y Metal, Maquinaria y Equipo, que se redujo un 18,2%. A pesar de las dificultades, el sector de Papel e Impresiones fue el único que mostró un leve repunte del 0,2% en la comparación mensual, lo que ofrece un pequeño atisbo de esperanza en un contexto generalizado de recesión.
La entidad subrayó que la reducción de la carga fiscal es la medida de apoyo más urgente que requieren las PyMEs en este momento. Con un 58,8% de las respuestas, las empresas destacaron la necesidad de disminuir impuestos nacionales, provinciales y tasas municipales para poder sobrellevar la situación y evitar que la crisis se agrave aún más.
