No hay dudas de que Mario Massaccesi es uno de los periodistas y conductores más destacados de la televisión argentina. Además de ser sumamente profesional, el comunicador también es uno de los más queridos por la gente, quizás por su calidez y transparencia. Tal es así que desde sus redes sociales este suele compartir intimidades con sus seguidores.
A través de sus redes sociales Mario Massaccessi suele dejar buenos mensajes y consejos a sus seguidores, ya que es la manera que mejor le sienta para aprovechar su plataforma. Así lo demostró una vez más este jueves 15 de agosto, cuando acudió a su cuenta de Instagram para compartir una importante reflexión y mandarle buenas vibras a su público.
En el posteo que publicó esta semana en su cuenta de Instagram, Mario Massaccesi compartió una imagen que traía consigo un emocionante mensaje. «Mi abuela me dijo una vez: ‘Si te equivocas de tren, bájate en la primera estación, que cuanto más tardes en bajar, más caro es el viaje de vuelta’. No me hablaba de trenes», se lee en esta.
Pero Mario Massaccesi no es un hombre simple ni de pocas palabras, así que la imagen la acompañó de una reflexión propia. «Quizá hoy sea el día de bajarte de ese tren que no te lleva a donde quieres ir, o tal vez te lleva a ese destino deseado, pero no de la manera que te lo mereces. Hagamos un hermoso #jueves», escribió el conductor de Cuestión de Peso.
Conmoción por lo que se escuchó en el programa de Mario Massaccesi
Un momento muy angustiante se vivió en Cuestión de Peso (Canal Trece) cuando los participantes comenzaron a abrirse sobre las situaciones de violencia intrafamiliar que atravesaron durante sus vidas. «Mi viejo tenía revistas de adultos, yo una vuelta se las saqué y las llevé a la escuela. En mi casa me dieron un correctivo. Sufrí violencia de chico y de grande también», contó el Gaucho.
Otra de las que habló fue Evelyn, quien recordó un evento traumático de su infancia: «Un día mi papá vino a mi casa, él se iba, yo no lo quise saludar y me fui a esconder al baño. Se enojó, entró y me pegó un golpe en la panza. Llegó a poner las manos en mi cuello. Yo lo superé, me pidió perdón, pero es algo que me dejó marcada, no me lo voy a olvidar».
«Ya no lo tengo en vida a mi viejo, mi papá era muy buen padre, pero cuando llegaban las fiestas le gustaba tomar y era una bomba de tiempo. A mí mamá le levantó la mano, a mí me trataba de inútil, decía que yo no tenía futuro. Un día que me enseñó a manejar me agarró de los pelos y me sacó del auto. Eso lo viví y no lo quiero para mis hijas», dijo Gastón.
Tras escucharlos, Mario Massaccesi reflexionó: «Eso queda acá, en el cuerpo humano, en algún lugar, a veces retumbando en la cabeza, a veces hiriendo el corazón, lo padecemos físicamente. En algunos casos es una palabra, dicha con tanta crueldad que es suficiente para que nos marque el resto de nuestra vida. A veces es un sopapo, un empujón».