En 2004 Cris Morena estrenó Floricienta, una historia que marcó a toda una generación. Tal es el amor que los fanáticos sintieron por esta novela que a 20 años de su estreno todavía lloran la muerte de Federico Fritzenwalden, interpretado por Juan Gil Navarro, que fue atropellado en el último capítulo y cuya alma pasó al galán que protagonizaría la segunda temporada, Fabio Di Tomaso, el «Condorito».
Después de dos décadas, Floricienta parece estar más presente que nunca, y es que en los próximos meses dos hitos generarán un fuerte revuelo entre los fanáticos: el estreno del spin off Margarita y los shows de Flor Bertotti en el Movistar Arena, completamente agotados. A quien este revival parece no gustarle para nada es a Juan Gil Navarro, y es su personaje volvió a estar en boca de todos.
Pese a que los fanáticos se niegan a soltarlo, y es que todavía lo llaman por su apodo en la ficción, Don Freezer, Juan Gil Navarro no quiere saber nada sobre sus épocas como príncipe de ficción. Cansado de las especulaciones sobre la razón detrás de su salida temprana de Floricienta, el actor finalmente reveló por qué decidió dejar la novela en su máximo pico.
En una entrevista con Rafa Juli para el programa De vuelta (América TV), Juan Gil Navarro recordó su paso por la ficción más exitosa de Cris Morena y expresó: «Me daba vergüenza y me parecía estúpida esta idea de decir: ‘Hola, ¿qué tal? Soy el príncipe’. Me daba mucha vergüenza también salir vestido de celeste en el Gran Rex, parecía Ben Stiller».
Sobre por qué dejó la novela, Juan Gil Navarro relató: «Yo me enfermé dos veces haciendo ese programa porque claramente mi cuerpo no tenía ganas de estar ahí. Tuve una hipoglucemia seria, me agarró un médico y me dijo que la corte porque era el paso previo a la diabetes. Seguí y a los tres meses tuve una culebrilla. Fue mi cuerpo el que me dijo que haga lo que tenía ganas de hacer».
Según contó Juan Gil Navarro, su renuncia no les cayó nada bien a Cris Morena y Gustavo Yankelevich: «A fin de año me senté con Cris y Gustavo y les dije que les agradecía mucho pero que necesitaba hacer otra cosa, y a mis 30 me fui. No les gustó nada, nada… me dijeron que nadie se bajaba de un éxito y que era un desagradecido. Me pareció que era más el enojo que la comprensión».
«No fue fácil para mí ni para los productores, tenían muchas ideas, un final ya escrito. Incluso cosas vinculadas con el exterior”, agregó. La sorpresa llegó cuando reveló que Guido Kaczka, por entonces pareja de Flor Bertotti, fue quien lo contuvo en dicho momento: “Cuando estaba por subir al auto se me acercó él y me dijo ‘nadie entiende lo que estás haciendo, pero yo sí’”.
