No hay dudas de que Moria Casán es una de las figuras más importantes del mundo del espectáculo. Amada por todos , la One no solo destaca por su talento, sino también por su lengua karateca, y es que la diva no se calla nada. Invitada a Intrusos, el ciclo conducido por Flor de la V para América TV, la actriz habló como nunca de su relación con Susana Giménez.
«Yo soy humorista, elegida la capocómica argentina. ‘Qué opinas de Susana que está haciendo retiro impositivo en vez de espiritual?’, eso no es meterme con Susana, eso es un chiste y el que no tiene humor tiene una tara en el espíritu», comenzó Moria Casán. En cuanto a si iría al programa de Susana Giménez en su regreso a la televisión, aseguró: «No creo que me inviten, pero si me invita por qué no».
Entonces, relató: «El otro día me encontré con la secretaria de Susana y me dice que ella dijo siempre que nunca había tenido una mejor compañera que yo. Hicimos algo hermoso juntas en los ’80. Ella siempre se quedó anclada en los ’80 y ella considera que a través del humor la gente la ha castigado. La verdad que yo no la he castigado con el humor, sino que digo cosas. Incluso una vez que le dije ‘cornuda millonaria’ me invitó al programa y estábamos matándonos de risa».
«Lo que pasa es que es una mujer más conservadora con respecto a un montón de cosas, elige otra vida. Susana está fuera del radar, es la única estrella mega millonaria que tenemos que puede darse el gusto de no trabajar. Tal vez extraña esta cosa hermosa arengada de amor que tenemos los argentinos, que es el lugar donde ella se hizo. Puede extrañar el calor humano que tenemos acá», reflexionó Moria Casán.
«¿Siempre fue así como compañera de trabajo?», quiso saber Flor de la V, a lo que la One respondió: «Amorosa. Era la más lanzada, pero siempre muy temerosa de que lo que dirán de ella, eso la frenaba, desesperada. En el ’81 nosotros hicimos No rompan las olas con Porcel, Susana y yo, arrasamos, era motosierra de cartelera porque a los únicos que iban a ver era a nosotros. La pasamos divino. En ese momento con Susana eramos muy compañeras, también estábamos haciendo películas».
«Ella es muy jugadora, me enseñó a jugar al jodete en el camarín. Se quedaba en el Hermitage jugando con todo el mundo. En la temporada que hicimos yo era muy compañera de alentar, soy cero catastrófica, no quiero saber ni la gente que hay ni la que va a venir, no me importan las demas, estoy focalizada. Ella no quería debutar porque decía que no habíamos ensayado lo suficiente. Teníamos una escalera de 50 escalones, yo le dije ‘vos dame la mano a mí que yo te ayudo y bajamos las dos'», recordó.
«Fue una bomba, nunca más dejó de entrar. Fue como un ensayo general con público con 3 lucas de gente. Ahí fuimos muy compañeras, nos reíamos, ella venía a mi casa, que yo alquilaba con Carlitos Perciavalle, y venía de trampa. Nosotros la recibíamos. En esa época yo no era de trampa, lo mío vino después, yo soy muy monogámica», cerró Moria Casán.