Fuertísimo fue todo lo que se dio a conocer en las últimas horas, y que impacta de lleno en Fer Dente, uno de los conductores más importantes de América TV. Sucede que su hermano Tomás Dente, en un nueva capítulo de su enfrentamiento, decidió contar lo que sucedió con su madre y apuntó contra su hermano, con quien no tiene vínculo alguno, sacudiendo al espectáculo.
«En redes sociales, a menudo me acusan de envidioso o resentido. Tal vez no me esté expresando bien, y mi mensaje llega de esa manera a algunos. Quiero aclarar que, aunque a veces no lo parezca, le deseo lo mejor a mis hermanos, incluido Fernando. Cuando me enteré de que Fer desembarcaba en América, me puse muy contento. Sé que él es un luchador de la vida, alguien a quien desde pequeño incentivamos todos. Fernando nació cuando ya éramos grandes. Para mí, mi hermano era todo, y estaba orgulloso de él. Pero después pasaron muchas cosas en la familia que hicieron que cada uno siguiera su camino», sostuvo.
«No le tengo envidia a Fer ni a mis otros hermanos. Les deseo lo mejor. Cuando abro la planilla de rating y veo que su programa tiene un rating bajo y la competencia le gana, no me alegra. Quiero que a mi hermano le vaya bien; es un luchador y brilla en televisión y teatro. No puedo desligarme de aquellos años en los cuales lo cuidaba y le daba amor. No es fácil hablar de esto, pero me cansa cargar con el peso de las cruces ajenas. Estoy en un momento de mi vida en el que quiero ser transparente y contarles quién soy, quiénes somos y qué pasó verdaderamente. Lo que siento al hablar de mi hermano es nada. El Fer chiquitito a quien crié ya no existe. Hace 20, 25 años esa parte del pasado quedó atrás. Tuvimos un vínculo muy hermoso; seguramente cometí errores como hermano mayor», aclaró.
Inmediatamente, decidió ir por más. «Cuando él empezó a crecer profesionalmente, nunca aceptó que le marcara sus defectos. Cuando enalteces tanto a alguien, terminas creando un monstruo que no admite críticas. A mí me han dolido muchas cosas de mi hermano y voy a contar cosas muy íntimas para que vean el trasfondo y que no hay resentimiento. Yo deseo que a Fer Dente le vaya mejor que a mi. Desde que ingresé a este medio no me cansé de hablar de mi hermano y cuando él se ganó su gran posibilidad yo estuve ahí acompañándolo. Yo siempre sentí que era como un segundo padre para Fernando y a veces me tomaba unos atributos que no correspondían porque yo no era el papá, era el hermano mayor. Pero el tiempo nos fue alejando, la relación se enfrió a tal punto que hoy por hoy es un témpano», expresó Tomás Dente.
«Me enteré de algo y no me gustó. Lo tengo de muy buena fuente y voy a ser sincero. La verdad es que inicialmente me chocó, pero después, entendiendo cómo es Fernando y entendiendo su esencia… Fer y yo tenemos muchas diferencias, y si bien yo tengo un montón de errores, yo no tejo vínculos por conveniencia. Yo no me uno a una persona para tratar de sacar un rédito o algún tipo de beneficio. Yo quiero a una persona por su esencia. A mí no me importa qué cargo ocupe, cuánta plata tenga o cuánto me puede ayudar a mí a crecer. Me da lo mismo. Yo ni siquiera me fijo en esas cosas. Insisto, tengo un montón de errores, pero eso, gracias a Dios, no lo tengo. Si yo te quiero y me junto con vos, es porque siento que hay compatibilidad en nuestras esencias, que me hacés bien, que te hago bien, que hay reciprocidad y que nos retroalimentamos en ese vínculo.»
«Yo entiendo que mi hermano es distinto a mi no está ni bien ni mal. Yo hago mi camino remando y Fernando hace su camino remando, contactándose con gente importante que le da una mano y le brinda ayuda. Y no está mal bajo ningún punto de vista. Yo no comulgo con esa forma de saber, pero sí creo, y si me está escuchando Fernando, si le llega este mensaje ya que nunca hablamos, que la gratitud es muy importante», sostuvo y apuntó contra Fer Dente al hablar de su madre.
«Cuando mi mamá desfallecía, yo le tenía que rogar a mi hermanito que viniera a ver a mamá, que le quedaban pocos días, y él no venía. Ponía como excusa que estaba ensayando, el priorizó su trabajo por sobre la salud de mi mamá. Hoy por hoy, se ufana, se la tatúa y tiene el nombre de ella, y mi mamá se murió muy entristecida. Esto que estoy contando es muy íntimo. Mi mamá, que era un ángel, se murió muy entristecida por la poca presencia que tuvo Fernando durante esos últimos meses de vida. Con el tiempo y haciendo mucha terapia, entendí que cada hijo procesa la muerte de su padre como puede, con las herramientas que tiene. Yo estuve y estoy en paz. Mi mamá murió en mis brazos, mirándome a mí; y se murió con muchas dudas sobre la esencia de Fernando», disparó.