Facundo Arana y Natalia Oreiro fueron una de las parejas televisivas más queridas de los 2000 y aún guardan un vínculo de cariño. De hecho, el actor recordó su experiencia trabajando con la uruguaya y decidió contar lo que vivió en esos años en la que sus ficciones fueron un verdadero éxito en la pantalla de Telefe.
“Era mi compañera definitiva en cualquier cosa que yo quisiera hacer, en televisión, en teatro… en cualquier lado. Hicimos dos bombazos, Muñeca Brava fue para siempre porque es la tira más vendida de la historia, la tira es argentina”, contó Facundo Arana en primera instancia.
Por otro lado, el artista recordó el impacto global que tuvo el trabajo de Natalia Oreiro tras sus giras por Europa: “Además Naty emprendió un trabajo en todo el mundo, además la canción era de ella. Y eso, a todos los que estábamos en Muñeca Brava nos arrastró. Después, redoblamos la apuesta con ‘Sos mi vida’ y lo pasamos increíble”.
Facundo Arana habló de su dura experiencia
«Yo tenía el pelo largo porque había tenido una enfermedad cuando tenía 17 y nunca había podido tener el pelo largo y me lo había dejado con unas ganas. Después en Muñeca Brava vino el momento de cortarse y la verdad que re cuidaron. Eran los 90, en ese momento me lo tomaba más en serio, uno los recuerdos los tiene desde uno, son todos recuerdos que me hacen sonreír», comentó el famoso sobre su participación en la novela.
Además, se remitió al momento en el que recibió una dura noticia: «Yo tenía 17 años, era muy chico, pero cuando te dan un diagnóstico como ése o pasa algo muy fuerte en tu vida es como si toda tu existencia pasara por un colador», le contó el actor a María Laura Santillán en su espacio de entrevistas. «Es sorprendente lo que no queda y es sorprendente lo que queda. De lo que queda vos ya tenés lo mejor, con lo que te vas a nutrir para seguir la aventura de tu vida»
Para concluir, Facundo Arana agregó: «Todo eso que queda, es gente que no podés creer que está ahí al pie del cañón. Te da una gran enseñanza también. Haciendo ese paralelismo con la montaña, hay una cosa que se dice ‘el hombre perdona a veces, Dios siempre, la montaña no sabe perdonar’».
