La cuenta oficial de la Casa Rosada publicó un video en el Día del Niño que, lejos de ser un mensaje meramente conmemorativo, encierra un claro posicionamiento político. El mensaje, dirigido a «todos los niños de la República Argentina», subraya la importancia de proteger su bienestar y derechos, pero introduce un elemento polémico al condenar la «ideología de género».
El mensaje del Gobierno de Javier Milei afirma: «Nuestro propósito es que todos los niños crezcan en un ambiente sano y seguro, lejos de quienes promueven la ideología de género atentando contra su integridad». Esta declaración no solo busca reforzar un enfoque protector hacia la infancia, sino que, al mismo tiempo, establece una postura ideológica contra lo que denomina «ideología de género».
Desde una perspectiva semiológica, como la planteada por el semiólogo Eliseo Verón, este discurso se posiciona en el ámbito de la confrontación simbólica, donde las palabras no solo comunican, sino que construyen realidades sociales.
La elección de palabras como «atentando contra su integridad» no es casual. Este tipo de formulación evoca una amenaza latente, creando una dicotomía entre un mundo seguro y otro peligroso, siendo este último representado por la «ideología de género».
Según Verón, todo acto de comunicación está impregnado de ideología, y en este caso, el discurso oficial de la Casa Rosada actúa como un dispositivo de legitimación de una visión particular de la sociedad, una que se opone a las políticas inclusivas de género.
La aparente neutralidad que pregona el liberalismo no se vio en el video de la Casa Rosada
Es importante notar cómo, bajo una aparente neutralidad, el mensaje se desplaza hacia un discurso que intenta cancelar una postura opuesta. El Día del Niño, una fecha que tradicionalmente se asocia con la celebración y el reconocimiento de la niñez, es utilizado aquí como una plataforma para reafirmar una agenda política. Este uso estratégico del lenguaje tiene como objetivo no solo comunicar, sino también influir en la opinión pública y reforzar ciertos valores que el gobierno actual considera fundamentales.
La referencia a la «ideología de género» como una amenaza es un recurso retórico que ha sido utilizado en diversos contextos políticos para movilizar a sectores conservadores y polarizar el debate público. Desde la perspectiva de Verón, esta estrategia discursiva busca construir una identidad colectiva basada en la oposición a un «otro», en este caso, aquellos que defienden los derechos de las personas LGBTQ+ y promueven la educación sexual integral.
Este tipo de discurso no solo tiene implicancias políticas, sino que también refleja un intento de reconfigurar el contrato de lectura, es decir, la relación entre el emisor (el gobierno) y el receptor (la ciudadanía). Al introducir conceptos como «ideología de género» en un mensaje dirigido a los niños, se está redefiniendo el papel del Estado en la protección de la infancia, asociando su bienestar exclusivamente con una visión tradicionalista de la familia y la educación.
En definitiva, el video publicado por la Casa Rosada en el Día del Niño es un ejemplo claro de cómo los discursos políticos pueden estar cargados de significados ideológicos que van más allá de lo explícito. En lugar de un simple saludo a los niños, lo que se presenta es una disputa simbólica sobre los valores que deben regir el futuro de la nación.
