La Sauvignon Blanc es una variedad sumamente popular y responsable de algunos de los vinos blancos secos más aromáticos del mundo. La naturaleza del tipo Sauvignon Blanc resulta fácil de apreciar y parece ofrecer una solución para la necesidad de los consumidores modernos de vino, quienes quizás se interesan más por frutos directos que por la sutileza y la capacidad de envejecimiento. Asimismo, muchos grandes vinos blancos, tanto dulces como secos, reciben brío y ánimo cuando se combina con su compañera más habitual: Sémillon.
Como su nombre sugiere, esta variedad ha compartido siempre características similares en lo que respecta a aroma con la gran uva tinta, Cabernet Sauvignon. En 1997, estudios de genética vitícola arrojaron que, de hecho, la Sauvignon Blanc, junto con la Cabernet Franc, son parientes de la variante Cabernet Sauvignon. En efecto, se trata de un cruce espontáneo que, probablemente, ocurrió en Burdeos durante el siglo XVIII.
Cuáles son las cualidades que la distinguen
La característica más singular de la Sauvignon Blanc es, con seguridad, su penetrante e inmediatamente reconocible aroma. Las reseñas típicamente incluyen frutos verdes con reminiscencias herbosas y almizcladas, sobre todo a grosellas, ortigas y albaricoques. Investigaciones vinculadas a los componentes del sabor señalan que las metoxipirazinas son las principales responsables del aroma característico del Sauvignon. Cuando se cultivan con cuidado, las variedades Sauvignon, tal como ocurre en los viñedos centrales del Loira, pueden alcanzar el apogeo de la fruta, resultando en algunos de los vinos blancos más puros, refrescantes y briosos de todo el mundo.
A partir de la década del ochenta del siglo pasado, se empezó a experimentar (por influencia de los productores neozelandeses) con la fermentación y maduración en roble, así como también la recolección de los frutos en diferentes instancias de madurez, lo cual añade matices y acritud a la experiencia en boca del Sauvignon Blanc.
Ejemplares añejados en roble suelen precisar de un año extra o dos para alcanzar su máximo potencial, pero casi todos los dry Sauvignon Blanc puros se diseñan para ser bebidos jóvenes. Sin embargo existen ejemplos, tanto de Loira como de Burdeos, que demuestran durabilidad, aunque pocas veces evolución, con más de quince años en botella.
Características de la vid
La vid es poseedora de un vigor particular, lo cual ha ocasionado más de un problema en Loira y Nueva Zelanda. Si la vegetación del viñedo se sale de control, los frutos no pueden alcanzar la madurez total. El vino que resulta de estos casos puede devenir en ejemplares con una presencia herbácea agresiva y casi intrusiva. Los viñedos de Sauvignon Blanc brotan con posterioridad, pero florecen antes que los de Sémillon, con los que es habitualmente combinado en Burdeos, y cada vez más, en el resto del mundo.
Hacia 1968, la Sauvignon Blanc fue la treceava variedad más plantada de Francia, pero en los siguientes veinte años ascendió hasta el cuarto lugar. Ya en el siglo XXI, Sauvignon Blanc quedó en el tercer lugar, solo por debajo de Ugni Blanc y Chardonnay. Por su parte, en Burdeos, logró superar las plantaciones de la primera a finales de los ochenta. Es, sin embargo, en el área del Loira que el Sauvignon Blanc puede hallarse en su más pura expresión. Es evidente que el terruño, rico en calizas, sigue siendo una parte fundamental del resultado final en materia de vitivinicultura.
La historia de Sauvignon Blanc en Argentina
La región de la costa argentina ha producido vino desde, aproximadamente, el año 1880, con la llegada de los primeros inmigrantes franceses al país, traídos por el poeta Hilario Ascasubi (autor de los clásicos Santos Vega y Aniceto el Gallo). Este terruño costero presenta características singulares y óptimas para el cultivo de la vid Sauvignon Blanc. Médanos, por ejemplo, tiene condiciones prácticamente idénticas a las de Burdeos, en lo que respecta a suelo, clima y la proximidad al océano Atlántico. Sin embargo, es cierto que la región más importante en lo que respecta a la producción vitivinícola de Sauvignon Blanc fuera de Francia es Nueva Zelanda.
Para esta primavera incipiente, recomendamos de manera enfática abastecerse de un ejemplar de Sauvignon Blanc para disfrutar de las noches más cálidas y el retorno de las flores.