Este miércoles, el juez federal Ariel Lijo se presentará ante la Comisión de Acuerdos del Senado para defender su candidatura a la Corte Suprema de Justicia, propuesta a principios de año por el presidente Javier Milei. La audiencia, programada para las 10 de la mañana, marca un momento crucial para Lijo, en medio de un panorama de incertidumbre y divisiones políticas que complican su camino hacia el máximo tribunal.
La postulación de Lijo enfrenta la resistencia de sectores clave en el Senado, donde el kirchnerismo y la Unión Cívica Radical (UCR) han mostrado reticencias para avanzar con su pliego. Ayer, el jefe del bloque kirchnerista en la Cámara alta, José Mayans, dejó claro que su bloque no tiene ninguna obligación de respaldar la candidatura, subrayando que la responsabilidad recae sobre el Poder Ejecutivo.
La Comisión de Acuerdos, presidida por la senadora Guadalupe Tagliaferri (PRO), está compuesta por 18 miembros, entre los cuales hay una fuerte representación del kirchnerismo y la UCR. Para que el pliego de Lijo sea elevado al recinto de la Cámara, se requieren al menos nueve firmas, informó NA. Sin embargo, la oposición de figuras como los senadores radicales Carolina Losada (Santa Fe) y Pablo Blanco (Tierra del Fuego) pone en duda la posibilidad de alcanzar ese número.
La senadora Losada ha sido explícita en su rechazo, mientras que Blanco manifestó en una entrevista reciente que su apoyo se limitará a candidatas mujeres, lo que complica aún más el avance del pliego. Por su parte, el presidente de la UCR, Martín Lousteau, enfrenta presiones internas en su partido, con posturas divididas sobre el apoyo a Lijo, lo que podría afectar sus aspiraciones políticas futuras.
A pesar del ambiente adverso, Lijo no está solo. Su candidatura ha recibido un respaldo significativo en el Ejecutivo, con 3.578 adhesiones frente a 328 impugnaciones, según datos del Ministerio de Justicia. Sin embargo, en el Senado, la situación es más delicada: el magistrado ha enfrentado 33 impugnaciones y solo 16 adhesiones.
El proceso de selección para la Corte Suprema ha reavivado viejas tensiones políticas y subraya las complejidades de alcanzar consensos en un Congreso dividido. Mientras Lijo se prepara para defender su trayectoria y méritos, el desenlace de esta audiencia dependerá no solo de su presentación, sino también de las negociaciones políticas que se desarrollen en las próximas semanas.
La Comisión de Acuerdos podría dejar habilitado el despacho para la firma de los senadores, postergando así la decisión final y permitiendo que las conversaciones continúen. No obstante, si el kirchnerismo y la UCR mantienen su posición, la candidatura de Lijo podría quedar en suspenso, abriendo un nuevo capítulo en la ya compleja relación entre el Ejecutivo y el Legislativo.
