El Gobierno de Javier Milei, en medio de la crisis financiera internacional por el desplome de los mercados bursátiles, minimizó su impacto en la economía nacional. De esta manera, el vocero presidencial Manuel Adorni se apoyó en el orden de las cuentas públicas y la baja de la inflación.
“Tenemos claro donde está nuestra tranquilidad: en las cuentas públicas y que la inflación está bajando”, señaló el vocero presidencial Manuel Adorni. Del otro lado del mundo, las acciones del índice Nikkei en la bolsa de Tokio cayeron un 12%, uno de los desplomes más graves en un solo día desde el «Lunes Negro» de 1987.
En este sentido, Adorni aseguró que “no nos es ajeno lo que está pasando. Siempre miramos este tipo de eventos pero tenemos claro lo que estamos haciendo y nada afectará nuestro camino”. A pesar de la minimización, el impacto condiciona el financiamiento para hacer inversiones y complica el comercio exterior, el cual se sostiene, al menos en Argentina, con la venta de granos y petróleo.
De esta forma, el portavoz intentó llevar calma al mercado local, que en la apertura sufre una fuerte caída de acciones y bonos que empujan el Riesgo País por encima de los 1700 puntos. Sumado a esto, el país no tiene reservas suficientes en el Banco Central (BCRA) para hacer frente a este golpe inesperado que afecta a la economía mundial.
La ralentización de la recuperación económica se vislumbra mientras el Gobierno nacional intenta mantener sus expectativas económicas y las relaciones con los sectores productivos. El encarecimiento de la soja, con un valor inferior a 380 dólares la tonelada, afectaría a corto plazo la política económica.
La suerte de las empresas nacionales en Wall Street
Los ADRs de empresas argentinas que cotizan en Wall Street muestran bajas de hasta 9% como consecuencia de la crisis financiera global. Las caídas están repartidas tanto en el sector bancario como en el energético, lo cual muestra que la debacle es generalizada y que no reconoce solamente a un segmento de la economía.
La acción de mayor caída es la de BBVA (9,07%), seguida por Edenor (8,62%), Banco Superville (8,2%) y Transportadora Gas del Sur (8%). En tanto, los bonos tienen un retroceso en promedio superior a 2%.
