Muy fuerte fue lo que se escuchó en LAM, el programa que lleva adelante Ángel de Brito a través de la pantalla de América TV. Allí, se habló de lo que sucedió con Silvina Luna, quien hace un año falleció debido a los gravísimos problemas de salud que enfrentaba y por los que denunció a Aníbal Lotocki por mala praxis.
«Esto lo charlamos una y mil veces, pero la misma Silvina Luna contaba que cuando se fue a operar con Lotocki fue con poca información. Me acuerdo que lo contó acá y en otras entrevistas también, que no tenía contención en ese momento», comenzó diciendo el conductor.
«Que tenía mucha inseguridad por su cuerpo, por la presión que había en ese momento con los cuerpos de las chicas del mundo del espectáculo porque trabajaban todo el tiempo con su cuerpo. Silvina fue a lo de Lotocki, y esto también me lo contó su hermano Ezequiel, que le decía que no se lo hiciera», reveló Ángel de Brito.
Inmediatamente, el conductor de LAM fue por más. «Subestimó el tema, fue y se sentó con Lotocki, él le dijo que era una pavada, que no tenía riesgo, que no pasaba nada. De paso hizo otras cosas y así terminó la historia, con Silvina muerta a los 43 años», sostuvo en medio de muchísima tristeza.
«A Silvina, por otras complicaciones que tuvo, la terminó matando una bacteria, pero producto de las calcificaciones permanentes que tenía, el riñón arruinado, tenía que ir a diálisis tres por semana cuatro horas. Eso la llevó a la muerte. Todo lo que hizo Lotocki hay que comprobarlo en la justicia. Él sigue preso, pero vamos a ver cómo continúa esta historia», aclaró.
«Al día de hoy, la autopsia de Silvina no tiene un resultado, cosa que es extrañísima. Se van cubriendo entre ellos, no puede ser que la autopsia de Silvina Luna todavía no tenga resultados. Porque todos los que la trataron dijeron que Silvina tenía todo el cuerpo duro por ese material que iba migrando por su cuerpo», dijo. «Pobrecita», sostuvo Yanina Latorre. «Cuando estuvo internada perdió muchísimo peso, perdió masa muscular y le quedaba el material duro en el cuerpo», sentenció Ángel de Brito.