El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri, supervisó este sábado el desarrollo de los operativos debido a la “Tormenta de Santa Rosa”, fenómeno climático que implicó fuertes lluvias y tormentas desde el viernes a media mañana hasta largas horas de la jornada del sábado. En este sentido, el alcalde observó el despliegue de 2.800 operarios desde hace 36 horas en el Centro de Monitoreo Urbano de Chacarita.
“Pusimos en marcha un nuevo protocolo en la Ciudad a partir de la alerta amarilla por la tormenta de Santa Rosa, funcionó muy bien, estamos satisfechos con los resultados”, mencionó Macri, según un comunicado de prensa oficial. El funcionario estuvo acompañado por el ministro de Espacio Público e Higiene Urbana, Ignacio Baistrocchi.
Baistrocchi explicó que “las 5 estaciones de bombeo de la Ciudad estuvieron activas porque esta tormenta convivió con una sudestada y el Río de la Plata estuvo más alto”. En tanto, el alcalde porteño señaló: “Aumentar la capacidad de respuesta de la Ciudad frente a eventos climáticos es una prioridad de la gestión. El operativo de prevención se desplegó, y apenas se emitió la alerta amarilla por las tormentas. Todas las medidas que tomamos nos permitieron enfrentar esta alerta amarilla mucho mejor que en otras ocasiones”, recalcó Macri.
A su vez, precisaron que entre el viernes y el sábado hubo vientos de hasta 70 km/h y llovieron 100 milímetros, 30% más que la media prevista para todo el mes de agosto, tampoco se registraron anegamientos y se resolvieron rápidamente las obstrucciones de algunos sumideros. Y agregaron que “el Río de la Plata alcanzó una crecida de 2,35 metros por la sudestada y donde más se sintieron las lluvias fue en los barrios de Palermo, Belgrano y Parque Chas”.
En el operativo intervinieron las áreas de Espacio Público e Higiene Urbana, Defensa Civil, Guardia de Auxilio, Cuerpo de Bomberos, Bomberos Voluntarios y agentes de Tránsito, de Orden Público y de gestión comunal. Las cuadrillas del Gobierno porteño utilizaron camiones desobstructores y camionetas para el mantenimiento de la red pluvial y las estaciones de bombeo.
A su vez, se mantienen diariamente las cinco estaciones de Boca-Barracas, Vega, Vega II, White y Maldonado, lo que permite evitar anegamientos y aislar determinadas cuencas del Río de la Plata o Riachuelo en una sudestada, esta vez combinada con la tormenta de Santa Rosa. Las acciones preventivas realizadas incluyeron la limpieza y el mantenimiento diario de 30.000 sumideros, 10.000 bocas de registro y más de 840 kilómetros de conductos subterráneos de la red pluvial para permitir el libre escurrimiento de las aguas.