En un intento por transformar la educación secundaria, la Ciudad de Buenos Aires lanzó un nuevo sistema de aprendizaje bajo el lema «Adiós a la escuela del siglo pasado«, con un enfoque centrado en el estudiante. La propuesta busca modernizar la enseñanza y adaptarla a las demandas del siglo XXI, siguiendo ejemplos de países como Singapur, Finlandia, Israel, Noruega, Colombia, y Brasil.
Durante una conferencia de prensa, el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, explicó que este cambio busca reorganizar la secundaria para mejorar el proceso de aprendizaje. «Es un proceso de renovación que involucra a alumnos, docentes y autoridades«, destacó Macri, quien subrayó la necesidad de ajustar el sistema educativo a las nuevas exigencias y realidades de los estudiantes.
Un sistema personalizado y flexible
La ministra de Educación, Mercedes Miguel, destacó que el nuevo enfoque permitirá a los estudiantes avanzar por niveles en cada materia, en lugar de depender estrictamente de los años escolares tradicionales. «El valor aquí es aprender. Cada estudiante tendrá su propio plan de aprendizaje y avanzará a su ritmo«, explicó Miguel. Así, en una misma clase podrán convivir estudiantes aprendiendo Matemáticas de diferentes niveles, adaptando el ritmo a sus necesidades y capacidades.
El objetivo principal es que los alumnos desarrollen las habilidades necesarias para el mundo actual, a través de un aprendizaje personalizado. En este sentido, la ministra remarcó que el sistema “dejará de lado la idea de que los chicos están en la escuela solo para pasar de año”. A partir de ahora, el foco estará en garantizar que los estudiantes comprendan los contenidos antes de avanzar.
Inspiración en modelos educativos internacionales
El nuevo sistema no es una idea aislada, sino que se basa en experiencias exitosas de ciudades y países con sistemas educativos avanzados. Las autoridades mencionaron que tomaron como referencia los modelos de San Pablo (Brasil), Singapur, Colombia, Israel, Corea del Sur, Reino Unido, Noruega y Finlandia, con el fin de aplicar buenas prácticas que ya han demostrado su eficacia en otras regiones.
Demanda estudiantil y formación docente
El proyecto también responde a las demandas de los propios estudiantes. Según encuestas realizadas por el Ministerio de Educación porteño, el 55% de los alumnos pidió la posibilidad de seleccionar materias que se alineen con sus intereses, mientras que un 30% solicitó espacios dedicados a trabajar las emociones. Estos pedidos forman parte central del nuevo enfoque.
Para acompañar la implementación, los docentes recibirán una formación ampliada, y se incentivará la permanencia de los profesores en una sola escuela, con el fin de brindar un mayor acompañamiento a los alumnos. Además, las clases serán más dinámicas, promoviendo la participación activa de los estudiantes en un formato colaborativo.
Adiós a la repetición de años completos
Un cambio clave en este nuevo sistema es que ya no se repetirá el año completo en caso de no aprobar una materia. En lugar de eso, los estudiantes deberán repetir solo los contenidos que no hayan comprendido hasta aprobarlos. “Es un esquema similar al de las carreras universitarias, donde se avanza por niveles, y cada estudiante solo repite lo que no ha aprobado”, aclararon las autoridades.
El nuevo enfoque propone un sistema de contenidos nodales y de profundización, divididos en bimestres o cuatrimestres. Los estudiantes que no alcancen los aprendizajes esperados en esos periodos recibirán refuerzos mediante tutorías y otros espacios extracurriculares, garantizando que ningún alumno quede rezagado.
Con la implementación de este sistema, la Ciudad de Buenos Aires busca posicionarse a la vanguardia en innovación educativa, promoviendo un aprendizaje más flexible, dinámico y centrado en las necesidades reales de los estudiantes del siglo XXI.