El presidente de la Convención Nacional de la Unión Cívica Radical (UCR) y hermano del diputado nacional Facundo Manes, Gastón Manes, reveló este sábado que el partido centenario evalúa sancionar a los legisladores que respaldaron el veto presidencial a la reforma jubilatoria. Se trata de los diputados nacionales que se reunieron con el presidente Javier Milei previo a la sesión del último miércoles en el Congreso de la Nación.
“Es un punto de inflexión en la historia reciente del radicalismo. Quedó claro que a partir de ahora hay que cambiar la forma de conducirnos, porque con esta laxitud, que viene desde los tiempos de Juntos por el Cambio, el radicalismo fue perdiendo protagonismo”, indicó Gastón Manes en declaraciones a CNN Radio. “La UCR tiene una definición y no vamos a dejar pasar este mamarracho político de estos dirigentes”, señaló Manes.
Así, el hermano Facundo Manes apuntó contra los diputados nacionales Mariano Campero, Francisco Monti, Roxana Reyes, José Federico Tournier, Luis Picat, Pablo Cervi y Martín Arjol. Cabe remarcar que el titular de la Convención Nacional radical ya los había calificado de “traidores”, no sólo por su cambio de voto, sino también porque cinco de éstos se habían reunido el martes con Milei en la Casa Rosada.
Seguidamente, Gastón Manes analizó las distintas miradas que conviven dentro de la UCR. “Mientras unos hacían más hincapié en la oposición al kirchnerismo, otros priorizaban la construcción de una alternativa política hacia el futuro del país, que no se basara en los extremos retrógrados”, explicó el dirigente político.
En esta línea, remarcó que “en junio el partido había logrado por iniciativa propia un proyecto de ley que tuvo el apoyo de otros sectores y que se impuso en ambas cámaras, en favor de la movilidad jubilatoria”. “Todo hacía prever que, a pesar del veto, se podía insistir para que la ley quedara firme”, remarcó Manes. Tras ello, lamentó: “Cuando todo eso parecía que iba a pasar, un grupo de diputados radicales y del PRO cambiaron su voto”.
A continuación, relató: “Días antes de la sesión, cuando los legisladores ya habían anunciado que iban a cambiar el voto, hicimos una reunión de urgencia y les advertimos que lo que iban a hacer iba en contra de los principios y valores de nuestro partido e iba a haber consecuencias”. “Lo hicieron igual y desafiaron con actitud provocativa las autoridades del partido, argumentos muy pobres y una mirada muy personal, buscando beneficios personales, en principio políticos, no sé si otros, pero políticos seguro”, aseveró.
Ante las repercusiones que provocó el acercamiento de los diputados radicales a Milei, Manes manifestó: “Obviamente, empiezan a verse todas las prácticas más feas de la casta política que Milei dice combatir, aunque en este caso la aplicó a rajatabla. “Hay una molestia muy grande por el comportamiento de estos dirigentes, y una gravedad institucional y trascendencia pública. La UCR lleva 132 años y no se merece estas miserias”, puntualizó.
Manes reconoció que muchas veces existe una colisión entre los intereses políticos, porque un gobernador procura gestionar su provincia y, a veces, debe negociar temas con el Gobierno nacional de turno. “Pero este no es el caso”, acotó, y resaltó: “Estos diputados no pertenecen a ninguna provincia gobernada por la UCR, como Campero en Tucumán o Arjol en Misiones y Picat en Córdoba. Lo que negociaron ellos con el presidente Milei sólo ellos lo saben y lo conoce el Gobierno”. En esta línea, advirtió que “nada bueno puede salir de ahí”.
