El Papa Francisco lanzó duras críticas hacia el Gobierno de Javier Milei por el uso del protocolo antipiquetes en una reciente protesta. La reunión en el Vaticano, tuvo lugar con representantes de movimientos populares, entre los cuales se encontraba el dirigente social Juan Grabois. El pontífice expresó su descontento con la respuesta gubernamental, haciendo hincapié en que, en lugar de atender las demandas sociales, se optó por la represión.
Francisco no escatimó en palabras al referirse a la situación: «Me hicieron ver una represión, hace una semana o un poco menos quizá. Obreros, gente que pedía por sus derechos en la calle. Y la Policía la rechazaba con una cosa que es lo más caro que hay, ese gas pimienta de primera calidad. Y no tenían derecho a reclamar lo suyo, porque eran revoltosos, comunistas, no, no».
El pontífice también destacó que la reacción del Gobierno fue más económica que moral: «El Gobierno se puso firme y en vez de pagar la justicia social pagó el gas pimienta, le convenía». Estas declaraciones resaltan la desconexión que el Papa percibe entre las necesidades de la gente y las acciones del Estado en situaciones de protesta.
La reunión del Papa Francisco con organizaciones sociales
El acto celebrado en el Vaticano marcó el décimo aniversario del primer encuentro de Francisco con los movimientos populares, realizado en 2014. Desde entonces, el Papa ha mantenido una postura crítica frente a los gobiernos que priorizan la represión sobre el diálogo con los sectores más vulnerables de la sociedad.
Durante su intervención, Francisco subrayó la importancia de la justicia social y cómo, en su opinión, las medidas adoptadas por el Gobierno argentino no abordan las verdaderas causas del malestar social. «No tenían derecho a reclamar lo suyo», insistió, recordando que la lucha de los movimientos populares siempre ha sido por derechos básicos, como el acceso a trabajo digno y condiciones de vida justas.
Este encuentro es un recordatorio de la postura del papa Francisco en defensa de los derechos de los más desfavorecidos y su insistencia en que los gobiernos deben priorizar políticas que beneficien a las mayorías. Su crítica al uso de gas pimienta simboliza, para el pontífice, el fracaso de un enfoque que debería centrarse en brindar justicia en lugar de recurrir a la violencia.
En su discurso final, el papa volvió a destacar la necesidad de atender las demandas populares desde la justicia social, dejando claro que cualquier otra solución, como el uso de la represión, no es el camino adecuado para resolver los conflictos sociales.
?“En vez de pagar justicia social, pagó gas pimienta, le convenía”
— El Destape (@eldestapeweb) September 20, 2024
?El Papa Francisco criticó la represión que el gobierno de Javier Milei efectuó contra niños y jubilados la semana pasada. pic.twitter.com/nmd99tL6YS