Realmente movilizante fue lo que se vivió en Noche Al Dente, el programa que lleva adelante Fer Dente a través de la pantalla de América TV. Allí estuvo presente nada más y nada menos que Tití Fernández, el reconocido periodista deportivo que habló de la pérdida de su hija Soledad y conmocionó a todos.
«Dicen que perder a un hijo es una de las únicas cosas en la vida que no tiene nombre, no se puede nombrar», comenzó diciendo el conductor, en torno a lo que pasó con la joven, quien falleció en Brasil en pleno mundial. «Mirá, Fer. Hace 10 años y un mes que falleció Sole. En estos 10 años y un mes diez mil personas me deben haber dicho ‘y, me imagino’. No te podés imaginar un carajo», lanzó el invitado.
«No te podés imaginar nada. Si no lo vivís no te lo imaginás. Ojalá nadie lo tenga que vivir. Nora (su esposa) era muy amiga de Sole, ella estaba permanentemente con ella. Mi hija había terminado la carrera, era diseñadora de indumentaria. Nora la acompañaba a buscar las telas, eran amigotas. Hija y amiga», aseveró.
«Nora lo sufrió mucho, durante seis, siete años, hasta la pandemia, día por medio fue al cementerio. Después de la pandemia pude convencerla y ahora va una sola vez por semana. En un momento estaba deprimida, tuvimos ayuda de psicólogo, psiquiatra, en un momento le dije ‘¿qué hacemos? ¿Avanzamos? Tenemos otros hijos, nietos, una vida o decimos basta’. Decidimos avanzar, estamos bien. Tenemos tres nietos», sostuvo Tití Fernández.
Sin tapujos, decidió hablar de la ayuda que recibió. «Alguien que me ayudó mucho fue Gustavo Yankelevich. Nos llevó a ver a alguien que nos hizo ver algo que no creía hasta que lo viví… Tengo el papel que me escribió esta señora. Me mencionó cosas que yo no lo podía creer. A Sole cuando muere la recibió mi hermano. Ella cómo iba a saber que yo tenía un hermano que había fallecido en el año 90. Me alivió, ahora dentro de poco vamos a tener otro encuentro. La gente me dice ‘dejala ir’. Yo no la quiero dejar ir. Yo la quiero tener conmigo toda la vida», lanzó delante de Fer Dente.
«Hoy mientras esperaba, vino una señora y me dijo ‘yo hace tres años viví algo muy parecido’. Hay que acompañar. Nosotros fuimos a ver al Papa tres meses después del fallecimiento de Sole… Teníamos una reunión con Francisco, yo le dije que estaba peleado con Dios. La gente me dice ‘Dios se la llevó porque la quiere tener con él’. Dejala acá, tenía 27 años, tenía todo por hacer, era una fiel compañera», finalizó Tití Fernández.