El jefe de Gabinete de la Nación, Guillermo Francos, se sumó este domingo a las críticas al papa Francisco por sus críticas contra el gobierno de Javier Milei. En este sentido, el funcionario dijo que si bien respeta la opinión del jefe de la Iglesia Católica, consideró algo insólito “creer que sabe de economía”. Días atrás, el Papa había ponderado la protesta social y cuestionó su represión por parte de las fuerzas de seguridad, en alusión al operativo desplegado durante la manifestación de jubilados frente al Congreso de la Nación.
“La Argentina vive un problema económico desde hace muchos años. Y por más que uno tenga toda la sensibilidad social, como la tiene (el papa Francisco, Jorge) Bergoglio, no hay magia salvo que él considere que se puede hacer un milagro sobre esto”, indicó Francos a Radio Mitre. Y apuntó: “Hemos tenido inflación del 15%, del 25%, en los últimos meses del año pasado, y no escuchamos al Santo Padre que dijera: ‘Hay un problema social en la Argentina porque hay una inflación muy alta’”.
En esta línea, el funcionario recalcó que “bajar la inflación es una política social”, tras lo cual puntualizó: “Francisco es de una enorme sensibilidad social y lo respeto, no lo contradigo en ese campo, sí lo contradigo en su visión de cómo se soluciona”. Y advirtió: “Muchas veces tomó posiciones que se entendieron como favorables al Gobierno en tiempos del kirchnerismo”.
Además, le cuestionó tener “diálogos con algunos dirigentes sociales que hicieron mal uso de fondos públicos, o por lo menos dispendiosos”. “Hay varias cosas que llaman la atención de las actitudes de Bergoglio, y muchos las adjudican a sus simpatías hacia el peronismo”, sentenció el ministro coordinador, en referencia a la relación entre el Papa y el dirigente social K Juan Grabois.
La última semana, en un encuentro con referentes de movimientos sociales, entre quienes se encontraba el mencionado Grabois, el Santo Padre reivindicó la justicia social y criticó el accionar de las fuerzas de seguridad de la Argentina durante la protesta que hubo frente al Parlamento. “Me hicieron ver una represión, hace una semana o un poco menos”, apuntó Bergoglio.
Y disparó: “Obreros, gente que pedía por sus derechos en la calle. Y la Policía la rechazaba con una cosa que es lo más caro que hay, ese gas pimienta de primera calidad”. En este sentido, sostuvo: “Y no tenían derecho a reclamar lo suyo, porque eran revoltosos, comunistas, no, no. El Gobierno se puso firme y en vez de pagar la justicia social pagó el gas pimienta, le convenía. Tengan en cuenta eso”, recalcó.