El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, recibirá este lunes a las 17 horas en la Casa Rosada a los principales dirigentes de la Confederación General del Trabajo (CGT) para intentar aliviar las tensiones que surgieron tras la reciente reglamentación de la reforma laboral impulsada por el gobierno. La reunión será clave para recomponer el vínculo entre la administración de Javier Milei y el sindicalismo, que se vio afectado en los últimos meses.
La comitiva sindical estará encabezada por Héctor Daer, uno de los cotitulares de la CGT, mientras que Pablo Moyano, representante del sector más crítico dentro de la central obrera, no participará del encuentro, según confirmaron fuentes sindicales a NA. También estarán presentes otros dirigentes destacados, como Carlos Acuña, el otro cotitular de la CGT, junto a Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (UOCRA), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), y Marina Jaureguiberry (docentes privados), entre otros.
La reglamentación de la reforma laboral, que se anunció la semana pasada, ha sido motivo de fricción entre el Gobierno y la CGT. La normativa incluye cambios significativos, como el blanqueo de impuestos al trabajo, nuevas facilidades para la contratación de empleados independientes y la posibilidad de pactar alternativas al cese laboral, que puedan beneficiar tanto a las empresas como a los trabajadores. Sin embargo, estos puntos no han sido bien recibidos por algunos sectores sindicales, que ven en la reforma un riesgo para los derechos laborales.
Además de la reforma laboral, otro punto de conflicto es la situación de Aerolíneas Argentinas, empresa en la que los sindicatos han expresado preocupación por posibles despidos y reestructuraciones. Esta combinación de factores ha aumentado la tensión entre la CGT y el gobierno libertario, que ya había quedado marcada meses atrás cuando la central se retiró del diálogo social promovido por el Ejecutivo.
No obstante, en los últimos días, el gobierno mostró un gesto hacia los gremios al posponer en el Congreso el tratamiento de un proyecto de ley sobre democracia sindical, impulsado por legisladores del PRO y la UCR. Esta iniciativa busca eliminar la reelección indefinida de los dirigentes sindicales, prohibir la cuota solidaria, garantizar la representación de minorías en los cuerpos de los sindicatos, y exigir la presentación de declaraciones juradas, además de otras medidas orientadas a «democratizar» las obras sociales.
El encuentro entre Francos y la CGT será un intento por retomar el diálogo y apaciguar el descontento en el sindicalismo. Sin embargo, las diferencias profundas sobre la reforma laboral y el futuro del movimiento sindical argentino siguen presentes, lo que anticipa que las negociaciones no serán sencillas.