En una decisión que generó amplio debate, la Legislatura de Misiones formalizó la expulsión del diputado Germán Kiczka, quien está detenido y bajo investigación junto a su hermano por el delito de «tenencia, consumo y distribución de material de abuso sexual infantil». La sesión ordinaria de este jueves, que concluyó con la remoción del legislador, marcó un hito en un caso que ha sacudido a la provincia.
La expulsión se concretó mediante un proyecto de resolución impulsado por el diputado Carlos Rovira y otros legisladores, quienes denunciaron los «hechos aberrantes» vinculados a Kiczka. La propuesta de expulsión fue debatida intensamente en el recinto, donde la demora en tomar esta medida fue objeto de críticas.
Un proceso complejo y polémico
La diputada Anazul Centeno, durante la sesión, destacó el rol que le corresponde al Poder Legislativo en este tipo de situaciones. «La responsabilidad que nos cabe como Poder Legislativo es ser soporte de la Justicia, respetar los tiempos procesales y de investigación, y sobre todo, respetar la independencia de los Poderes«, afirmó, subrayando la necesidad de actuar con prudencia para evitar especulaciones.
Centeno recordó que el desafuero de Kiczka se aprobó tan pronto como se recibió el pedido judicial, y se creó una comisión investigadora para abordar el caso. No obstante, también señaló que mientras la Legislatura avanzaba en los procedimientos, Kiczka ya se encontraba prófugo, desafiando a las autoridades judiciales.
«En nuestra Legislatura, en nuestra provincia, no hay lugar para estos delincuentes, el lugar es la cárcel«, sentenció Centeno, visiblemente molesta por la gravedad de los delitos atribuidos al exdiputado.
Próximos pasos en la investigación
La formalización de la expulsión ha sido enviada a la comisión investigadora, cuyos miembros ya han sido notificados. Esta comisión tendrá la tarea de expedirse de manera inmediata para completar el proceso legislativo.
La expulsión de Kiczka es un paso importante en la búsqueda de justicia, pero el caso está lejos de concluir. La investigación judicial sigue su curso, y las autoridades de Misiones continúan trabajando para esclarecer los detalles del presunto delito de abuso sexual infantil, un crimen que ha conmocionado tanto a la provincia como al país.
Este caso también ha puesto sobre la mesa la responsabilidad de los legisladores frente a acusaciones de tal magnitud y la necesidad de que los poderes del Estado actúen con firmeza y celeridad en situaciones de extrema gravedad. La expulsión de Kiczka envía un mensaje claro: no hay lugar para quienes cometen estos delitos en las instituciones democráticas de Misiones.
