En medio de un acto ante militantes y dirigentes de La Cámpora, Máximo Kirchner habló sobre el reciente veto presidencial de Javier Milei a la nueva ley de movilidad jubilatoria, lo que despertó una irónica respuesta por parte del vocero presidencial del Gobierno, Manuel Adorni.
En La Plata, el diputado nacional, Máximo Kirchner, lideró un acto camorrista donde intentó distanciarse de su principal opositor dentro del espacio, Axel Kicillof, además de apuntar contra varios dirigentes de los gobiernos donde participó su madre, Cristina Kirchner, entre ellos Alberto Fernández, Martín Guzmán y Daniel Scioli.
La vió.
— Manuel Adorni (@madorni) September 20, 2024
Fin. pic.twitter.com/QGn5g02Pm5
Mientras hablaba de las políticas aplicadas por Javier Milei, Máximo Kirchner dijo: «No hay que enojarse con el veto, el actual presidente es un presidente elegido por el 56% de los votos el 22 de noviembre y el veto es una facultad constitucional. Tenemos que dejar de patalear, hay que seguir construyendo, organizándonos».
Las palabras del diputado llegaron a oídos del vocero presidencial, quien destacó la frase referida al veto y la victoria de Milei en el balotaje de 2023 y comentó en sus redes: «La vio. Fin«. Adorni compartió los dichos de Máximo, quien tiene una profunda interna con el Gobernador bonaerense, Axel Kicillof, por cual debe ser la ruta del espacio peronista de cara a las elecciones 2027. Las filas libertarias podrían usar el «elogio» del hijo de la dos veces presidente contra Kicillof, quien es uno de los mayores opositores al gobierno de Javier Milei.
El RIGI y las políticas de Javier Milei
Máximo Kirchner habló también del principal plan del Gobierno para atraer inversiones: el Régimen de Incentivo para las Grandes Inversiones (RIGI), que fue reglamentado junto a la Ley Bases. Sobre la normativa del Gobierno, Máximo Kirchner afirmó: «Con el RIGI vienen, arrasan y después se van. Los pueblos de nuestro interior han visto siempre que estas actividades extractivas generan empleo por un tiempo y después dejan los pueblos abandonados».
«Si un pueblo vive de manera indigna, no hay país. Si el pueblo tiene hambre y se llevan nuestro oro, minerales, gas, petróleo y plata, es saqueo. La única forma en que vamos a aceptar actividad extractiva es si hay un pueblo que pueda educarse, comer, crecer y realizarse», enfatizó.
