Las pequeñas y medianas empresas (pymes) de la Argentina lograron un crecimiento notable en sus exportaciones durante los primeros 8 meses del 2024. De acuerdo a datos de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas al exterior de estas empresas aumentaron un 21,6% en dólares y un 11% en volumen de toneladas, alcanzando los 6.405 millones de dólares exportados.
El sector de alimentos sin procesar fue el principal rubro exportado por las pymes, representando más del 50% del total exportado. Esto refleja el potencial del país como productor de alimentos, aunque también destaca un área de mejora: procesar más estos alimentos dentro de Argentina generaría empleos adicionales y permitiría que las empresas vendan productos de mayor valor, como aceites o alimentos preparados.
Las exportaciones de las pymes no solo aumentaron en cantidad desde que comenzó el gobierno de Javier Milei, sino que también mostraron una diversificación en sus destinos. Un tercio de las exportaciones fueron a Sudamérica, principalmente a Brasil y Chile, lo que fortalece las relaciones comerciales regionales. Europa fue el segundo destino más importante, con países como España, Italia y Países Bajos. Esta diversificación ayuda a las pymes a no depender de un solo mercado y a encontrar nuevas oportunidades en tiempos de crisis.
Un dato interesante es que solo 20 países concentran más del 79% de las exportaciones de pymes argentinas. Esto plantea el desafío de seguir ampliando mercados, pero también señala el éxito en captar compradores en algunos de los mercados más competitivos del mundo, como el europeo. Con más acceso a estos mercados, las pymes pueden seguir creciendo y contribuyendo al desarrollo del país.
Este crecimiento es un impulso vital para la economía nacional. Las exportaciones son una fuente clave de ingresos de dólares, necesarios para equilibrar las cuentas públicas, reducir la inflación y sostener el valor del peso argentino.
La opinión de CAME para mejorar las exportaciones de pymes argentinas
A pesar de estos avances, la CAME advirtió sobre la necesidad de mejorar el valor agregado en los productos exportados. Esto significa que, en lugar de vender materias primas sin procesar, las empresas podrían invertir en tecnología para procesarlas y exportar productos más elaborados. Hacerlo traería más ingresos al país y crearía trabajos mejor remunerados. La mejora del sector de manufacturas textiles, que creció un 238,4%, es un ejemplo de lo que se puede lograr al añadir valor a los productos.