Con la noticia de la visita del músico británico Sting a Argentina para febrero de 2025, vale la pena explorar una faceta menos conocida de la estrella: la producción de vinos. Sting tocó por primera vez para un auditorio argentino hace 35 años, junto a su emblemática banda The Police. Posteriormente, a fines de 1987, consiguió el reconocimiento de ser el primer rockstar en llenar el Estadio River Plate. La última ocasión en que vino a nuestro país fue en 2017, en el marco de la gira mundial para presentar el álbum «54th & 9th», en el Hipódromo de Palermo.
En 1997, Sting y su esposa, la productora, actriz y directora cinematográfica, Trudie Styler, adquirieron una villa toscana del siglo XVI, ubicada a 45 minutos al sur de Florencia. La estancia llamada Il Palagio (El Palacio) incluía 350 hectáreas, principalmente de bosque, con viñedos, olivares y lagos. Trudie, cuyo padre era granjero, estaba obsesionada con restaurar no solo la villa, sino también la tierra. Efectivamente, Trudie se comprometió a devolverle la vida a los olivares y viñedos despojados y maltrechos.
Sting y Trudie descubrieron un mutuo amor por Italia (y por dos vinos italianos, Barolo y Brunello) durante las giras europeas del músico. No obstante, el cantante y bajista no siempre fue un aficionado al vino: «Viviendo en Newcastle en la década del sesenta, desde los 12 años era bebedor de cerveza». Asimismo, agrega Sting: «el vino no era para nada mi horizonte». En efecto, fue viajando alrededor del mundo entre los setenta y los ochenta que Sting forjó su interés. Distintos productores y sponsors dejaban botellas de vino para el artista en los camarines. Sin embargo, el artista no las bebía: «El vino no era lo mío entonces, pero mi representante las tomaría».
Asimismo, Sting añadiría: «Algunos años después, lo visité en su hogar y me mostró su asombrosa colección de vinos: espléndidos Burdeos, Châteauneuf du Pape, etc. Wow, dije, ¡Qué colección! Y él me dijo que eran todos míos. Todas aquellas botellas obsequiadas en las giras. Fue en ese punto que empecé a tener interés».
Actualmente, la pareja produce cerca de 150.000 botellas de vino al año: un espumante, un blanco, un rosé y tres tintos. Estos vinos se elaboran utilizando variedades nativas e internacionales de uvas siguiendo principios orgánicos. En 2020, el renombrado enólogo Riccardo Cotarella se sumó al equipo para ayudarles a producir sus vinos.
Uno de los vinos que influenciaron a Sting
Veremos, en palabras de Trudie Styler, cuál ha sido uno de los vinos más inspiradores para su emprendimiento vitivinícola y las razones que lo motivaron. Nos referimos al Cervaro della Sala de Antinori. El objetivo de la familia Antinori para el Cervaro della Sala era producir un vino blanco con potencial de añejamiento. Se elabora a partir de Chardonnay con una mínima cantidad de Grechetto. Fue uno de los primeros vinos blancos en Italia en ser añejados en barrica.
«Nuestro primer hijo nació 1990, cerca de Pisa. Elegimos deliberadamente que el nacimiento fuera en Italia y durante ese verano nos enamoramos del país y nos hicimos amigos con la faimilia Antinori«, recuerda Trudie.
«Dos años después, ya de regreso a Wiltshire, servimos este vino en nuestra fiesta de boda. Disfrutamos mucho los vinos blancos de Borgoña, y este Chardonnay italiano logra una hermosa sintonía con ellos. De manera fortuita, nuestra amistad con la familia Antinori no solo nos introdujo a este vino, sino que nos presentó a nuestro actual productor, Riccardo Cotarella, hermano del productor en jefe y CEO de Antinori, Renzo Cotarella».
La recomendación de la pareja sobre sus propios vinos
Sister Moon es el vino de cabecera de Il Palagio, un blend de Sangiovese, Cabernet Sauvignon y Merlot, madurado por doce meses en barricas francesas. Cabe señalar que Sting grabó cinco discos en Il Palagio. En efecto, su estudio de grabación se encuentra situado justo por encima de la bodega. Declara el cantante que «Se percibe la creatividad rondando en ese espacio».
En lo que respecta a los beneficios del vino en aspectos creativos, declara: «Considero al vino una maravillosa herramienta para alivianar la pesadez en el cerebro. Por milenios, los seres humanos han probado la verdad de ello, ¿Verdad? El vino inspira historias qué contar. Somos más adeptos a narrar, a escuchar, luego de una copa de vino«.
A propósito del Sister Moon, declara, «Inspira a la contemplación: es rico y misterioso. Los grandes vinos, me doy cuenta, como las grandes canciones, tienen una narrativa (un comienzo, un nudo y un desenlace) y posteriormente todavía estarás pensando en ellos. Los grandes vinos persistirán. El nombre de este vino remite a una canción que escribí en los ochenta. Me siento tan cerca de la naturaleza aquí. Habiendo crecido en un área industrial, la naturaleza sigue sorprendiéndome. ¡Las cosas crecen! Creo que debo haber estado saliendo de la adolescencia la primera vez que comí algo que no venía de una lata».