Una fuerte noticia impactó en el mundo del espectáculo cuando este lunes 23 de septiembre por la madrugada Santiago Riva Roy confirmó a través de sus redes sociales el fallecimiento de la Tota Santillán. El presentador fue vícitma de un incendio, a partir del cual se barajan varias hipótesis, y fue encontrado sin vida en su casa con el 90% del cuerpo quemado.
Desde LAM, el ciclo conducido por Ángel de Brito para América TV, fueron al velorio de la Tota Santillán y hablaron con Horacio, su hermano. «A mí me llama un amigo de él que va a la casa porque la Tota no contestaba llamadas. Ahí empieza todo. Van a la casa y se encuentran con mi hermano tirado en el sillón y todo prendiéndose fuego. Yo quiero que entiendan que esto fue un accidente, él siempre estuvo acompañado pero en ese momento estaba solo», comenzó.
«Yo a mi hermano lo conozco, hasta cómo respira. Vivimos mucho tiempo juntos. No había nadie, él toma pasatillas para dormir, es lógico que va a estar abombado. Bajó y no pudo con lo que estaba pasando. Él tomaba pastillas, tenía un acompañante terapéutico de lunes a viernes, él estaba re bien. Hace una semana lo llamé y él estaba bien», continuó Horacio.
«Habíamos acordado que yo me iba a volver a vivir con él, pero no me esperó. Esto fue un accidente. Él no me habló de nada, yo vi que había desperfectos en la casa que fuimos arreglando porque yo vivía ahí, fue un cortocircuito y se prendió fuego todo. Ahí nomás estaba el sillón. Él cayó ahí, estaba dormido porque estaba empastillado ya», contó.
«Estaba trabajando un montón. Mi hermano siempre fue muy bondadoso con mucha gente que está en el medio. No fue un tipo que embromó a nadie, eso es lo bueno de mi hermano. Fue una desgracia, un accidente y no hay otra cosa. No hay que buscarle pelos al huevo», expresó el hermano de la Tota Santillán, completamente quebrado.
«Ha tenido problemas con sus hijas, eso lo tenía siempre un poco mal. Mi hermano no ha llegado con la plata, en su momento tenía que juntar plata para ver a sus hijas y trabajó hasta morir para verlas. No se las dejaban ver. Nosotros somos cuatro, quedamos cuatro hermanos y eramos seis. Yo soy el más grande», expresó Horacio.
«Yo a mi hermano le enseñé a caminar. Él siempre me quería seguir a todos lados, quería hacer siempre lo que yo hacía y yo lo echaba. De grande me dio todo, las mejores cosas. Me quería muchísimo y yo lo quería muchísimo. Me encargaba de todo, que saliera bien vestido, que comiera bien, que fuera a los médicos. Fue todo sin esperar nada a cambio ni quedarme con nada ajeno», cerró Horacio, el hermano de la Tota.
