Se vivió un momento intenso en el programa de Carlos Monti por lo que se confirmó del entorno de Jorge Lanata. Luego de último traslado del conductor, la disputa entre las hijas del periodista y Elba Marcovecchio se acrecentó y las primeras han presentando una denuncia frente a la justicia para pedir la tutela de su progenitor.
Sobre ese tema en particular, Carlos Monti comentó: “La verdad nunca pensé que esto podría no terminar, porque esto recién empieza, porque imagínense una denuncia de 69 carillas contra la mujer que conquistó el corazón de Jorge Lanata, se casó con Lanata».
«Ahora has hijas la llevan a la justicia y la denuncian, con un punteo riguroso de faltantes de objetos que había en la casa sumado a que no lo alimentaban bien, que le daban dulces cuando no podía, que dejaban que fumara», expresó el comunicador sin poder salir de su asombro.
Agus Rey, panelista del ciclo de Carlos Monti en Net TV, añadió otro detalle importante sobre la denuncia que dejó a más de uno sorprendido: “Las chicas de lo que hablan es de una tarjeta de crédito puntual que tenía Jorge que todos los meses tenía gastos de un millón de pesos hasta el mes siguiente, a julio, con la internación de Jorge, las tarjetas pasaron a seis millones y pico de pesos. Dentro de esos gastos está, el 2 de julio, los dos millones y medio en una joyería”.
Por otro lado, Guillermo Pardini agregó: “Acá me acota un abogado, un amigo que dice que Elba puede justificar las sustracción de las piezas que la causan como que estaba resguardando los bienes de terceros porque recuerda que la casa había mucha circulación, como el tenía montado el estudio circulaban mucha gente”.
El fuerte comunicado de las hijas de Jorge Lanata
. Ella lo visitaba ocasionalmente. La señora Marcovecchio ha realizado actos que afectan a la salud de nuestro padre. A pesar de conocer su estado de salud, le traía casi siempre que lo visitaba cosas dulces. En la casa se tiene la precaución de tener todo sin azúcar, pero cuando Elba llegaba con cosas dulces se lo podía adelante para que comiera. Jorge le decía que no quería y ella le insistía para que lo probara», aseveraron.
«Ella le pidió al asistente de nuestro papá la llave de su cajón. En ese momento él no estaba consciente, deliraba. Ante esto, el asistente sacó fotos antes de entregar la llave. Ella concurrió a la casa, le dijo a la empleada que se fuera a comprar. Esperó tener la casa vacía para retirar el dinero del escritorio y las carpetas de autenticidad. Un día avisó que no podía ir, pero eso no le impidió ir a la vivienda de nuestro padre y hurtar más cosas. Se guardaba lapiceras en las mangas de sus ropas».