En medio de una crisis social y económica más dura de los últimos 20 años, el Gobierno de Javier Milei continúa con su política de ajuste en el sector público. Tras el alarmante dato del INDEC que reveló que más de la mitad de los argentinos se encuentra en situación de pobreza, el Estado envió nuevas notificaciones de despido a miles de empleados públicos.
Las notificaciones comenzaron a llegar la noche del 26 de septiembre a los correos electrónicos personales de los empleados afectados, una práctica que ya ha sido cuestionada por su falta de formalidad y legalidad. Los mensajes informaban a los trabajadores que no se renovarán sus contratos temporarios, y que deben abstenerse de asistir a sus lugares de trabajo desde el 1 de octubre.
Lo más alarmante es que los despidos no solo afectan a empleados recientes, sino también a personas con 15, 20 o incluso más años de antigüedad en el Estado. En respuesta, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) ha comenzado a organizar movilizaciones y asambleas en varios edificios públicos para resistir esta nueva ola de despidos, que podría ser la más grande desde que Milei asumió la presidencia.
En los nueve meses que lleva el libertario al frente del Poder Ejecutivo, ya se han registrado al menos 30.000 despidos en el sector público, según datos del Centro de Economía y Política Argentina (CEPA). Ahora, con los 65.000 despidos programados para finales de septiembre, la cifra podría más que duplicarse.
El líder de La Libertad Avanza ha defendido estas decisiones como parte de su plan de ajuste fiscal y reducción del gasto público, argumentando que el Estado es un aparato ineficiente y sobredimensionado.
Las áreas del Estado que Milei planea recortar antes de octubre
Entre las áreas más golpeadas por los despidos se encuentra la Secretaría de Derechos Humanos, donde alrededor de 120 empleados han recibido notificaciones. Este organismo ha sido un blanco constante del presidente, quien ha cuestionado repetidamente su necesidad y funcionamiento. Otras áreas críticas, como el Ministerio de Capital Humano y la Secretaría de Niñez, también sufrieron bajas.
Ingrid Manfre, delegada de ATE, denunció en una entrevista para Radio Splendid que los despidos se están concentrando en las áreas donde se trabaja con los sectores más afectados por la pobreza. Según la dirigente, fueron despedidos trabajadores sociales, psicólogos y personal que brindaba asistencia directa en comunidades vulnerables, lo que agravará aún más la situación de los más necesitados.