El líder camionero y una de las principales figuras de la Confederación General del Trabajo (CGT), Pablo Moyano, lanzó este sábado una contundente respuesta a la carta que la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner publicó el viernes. En la misiva, la ex mandataria expresó fuertes críticas no solo al gobierno de Javier Milei, sino también al peronismo y, específicamente, al sindicalismo, lo que provocó una inmediata reacción de Moyano.
“Que dé nombres o yo no me voy a hacer cargo”, declaró Moyano en diálogo con Radio 10, refiriéndose a los comentarios de Cristina sobre la CGT. Para el dirigente, el reproche de la ex mandataria debió haber ocurrido en el ámbito de una discusión interna dentro del movimiento peronista y no a través de una comunicación pública. “Volvemos a las peleas que nos llevaron a este cachivache -Milei- a la presidencia”, agregó.
Moyano también apuntó que algunos legisladores peronistas, particularmente de provincias como Tucumán, Catamarca y Salta, respaldaron iniciativas como la Ley Bases, que facilitaron la implementación de la reforma laboral impulsada por el oficialismo. En su intervención, afirmó que aquellos que critican a la CGT deberían asumir su responsabilidad por las decisiones que han tomado. “Yo me hago cargo de lo que hice, dos paros generales, pero los políticos también tienen que hacerse cargo de sus acciones”, subrayó.
La carta de Cristina Kirchner, en la que expuso que el peronismo se ha “desordenado” al no reconocer los cambios en las relaciones laborales, tocó un punto sensible dentro del sindicalismo. La ex presidenta resaltó que solo el 40% de los trabajadores están sindicalizados y que las representaciones sindicales tradicionales ya no son la expresión mayoritaria de la clase trabajadora. Estas palabras fueron interpretadas por Moyano como una crítica directa a la conducción actual de la CGT.
Además de Moyano, Andrés Rodríguez, secretario general adjunto de la CGT y líder de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), también se sumó a las respuestas hacia Cristina Kirchner. Rodríguez consideró que la ex presidenta debería revisar mejor los datos sobre la informalidad laboral en Argentina, y recordó que durante su gestión tampoco se aplicaron políticas laborales que incentivaran el empleo formal.
Las palabras de Moyano y Rodríguez reflejan la creciente tensión dentro del peronismo, particularmente en relación con el sindicalismo, una base tradicional del movimiento. Mientras el país enfrenta importantes desafíos económicos y laborales bajo el gobierno de Milei, la interna peronista sigue marcando el ritmo de las discusiones políticas. “Las cartas de la ex presidenta no suman para nada. Si hay críticas que hacer, deben discutirse dentro del PJ, no públicamente”, concluyó Moyano, insistiendo en que las disputas internas deben ser resueltas a puertas cerradas.