En una reciente entrevista en el programa radial «Alguien tiene que decirlo», por Radio Mitre, el juez de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, compartió su visión sobre la situación actual del máximo tribunal y el futuro de la institución. Durante la conversación, el magistrado describió a la Corte como un órgano en plena «transición» y se refirió a las posibles incorporaciones de los jueces Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla.
«Estamos en una Corte de transición«, aseguró Lorenzetti, quien destacó que, a pesar de los cambios en la presidencia desde su ingreso en 2004, la jurisprudencia ha mantenido una línea constante. Para el magistrado, lo fundamental no son los fallos en sí, sino que «los grandes principios de la Constitución y las leyes, así como la protección que la sociedad necesita, están garantizados».
La “Corte de tres” y el poder en juego
Lorenzetti también se refirió al actual estado del Tribunal, describiéndolo como una «Corte de tres», en alusión a la eventual salida del juez Juan Carlos Maqueda. En este sentido, expresó su preocupación por la concentración de poder en una Corte con menos miembros de lo establecido, afirmando que “nadie debe tener demasiado poder” y subrayando la importancia de actuar con “prudencia y responsabilidad” en un momento de cambio.
El magistrado enfatizó que la llegada de nuevos jueces es una posibilidad que contribuiría a restablecer el equilibrio en el máximo tribunal. «Si ingresan los dos nuevos miembros, pasaremos de tres a cinco jueces y eso requerirá redefinir las autoridades y encontrar nuevos mecanismos para el funcionamiento del Tribunal», agregó.
Críticas a los nominados y la necesidad de una visión equilibrada
Sobre las críticas que han surgido respecto a las designaciones de Lijo y García-Mansilla, Lorenzetti consideró que es «normal» que los candidatos enfrenten cuestionamientos. Sin embargo, hizo un llamado a la serenidad y al respeto por los procesos institucionales, destacando que las evaluaciones previas deben diferenciarse del desempeño una vez que los magistrados ingresen a la Corte.
«Es bueno que se critique a los nominados, pero luego hay que dejar que la Corte funcione. Hay que darle tranquilidad a la gente de que los principios de protección a los sectores vulnerables seguirán siendo una prioridad», afirmó el juez.
Finalmente, Lorenzetti sugirió que hubiera sido positivo considerar una nominación femenina para uno de los puestos vacantes en el Tribunal, destacando la importancia de una mayor diversidad en la Corte.
Un futuro incierto, pero con principios firmes
El análisis de Lorenzetti deja en claro que la Corte Suprema atraviesa un momento de cambio, pero que los principios fundamentales de la Constitución y las leyes seguirán guiando su accionar. Con la posible incorporación de Lijo y García-Mansilla, el Tribunal podría estar frente a una nueva etapa, en la que será necesario redefinir su dinámica interna para garantizar el equilibrio de poder y la protección de los derechos ciudadanos.