La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, intercambió este martes duras agresiones con diputados nacionales del kirchnerismo, nucleados en Unión por la Patria (UxP), y del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) durante un tramo de su exposición en la Cámara baja, en donde la funcionaria se presentó para defender el Presupuesto 2025 destinado a su cartera, según el proyecto de Ley del Poder Ejecutivo a cargo del presidente Javier Milei.
Legisladores de la oposición le recordaron a Bullrich su presunto pasado “montonero”, al tiempo que la tildaron de “asesina de bebés”, en alusión a la versión que indica que ella “ponía bombas en jardines de infantes” durante los años 70. La diputada de UxP Lorena Pokoik gritó desde el fondo que la política de Bullrich era establecer un “estado de sitio”, y recordó que legisladores sufrieron violencia policial en carne propia cuando recibieron ataques de oficiales durante las recientes manifestaciones frente al Congreso de la Nación.
Bullrich tomó nota de ello y le replicó: “Los diputados no tienen coronita. Si se ponen delante (de cortes de calle) van a sufrir las mismas consecuencias”, amenazó la funcionaria al defender el plan de inversión pública para seguridad en la comisión de Presupuesto y Hacienda. Y redobló la apuesta: “Vamos a seguir con esta política porque es una política de devolverle libertad a los ciudadanos”, en referencia al protocolo antipiquetes con el que se logró disminuir la cantidad de cortes de calles y rutas.
A partir de ello, el clima se tensó y se armó un remolino de acusaciones cruzadas: las más enardecidas fueron la kirchneristas Pokoik y la izquierdista Vanina Biasi. Uno de los que se desencajó fue el diputado de UxP Leopoldo Moreau, quien le reclamó a la ministra que se callara. “¡Pará flaco! ¡Callate vos, caradura!”, devolvió Bullrich. Y sumó: “¿Querés que te cuente de la plata de Yabrán que cobraste vos acá, caradura?”. “Cuidado, cuidado”, repitió Bullrich.
La gota que rebalsó el vaso entre la funcionaria y los opositores fue el contrapunto que protagonizó con Nicolás del Caño (FIT), quien la cuestionó por la represión y le preguntó si consideraba a los manifestantes de las universidades públicas como “delincuentes”. “De ninguna manera nosotros consideramos delincuentes a los manifestantes”, aclaró la titular de la cartera de Seguridad.
“Ahora el que quema un auto, los que destruyen bienes públicos, ¿qué son si no son delincuentes? Explíquemelo usted. Nosotros siempre distinguimos el manifestante del señor que agarra un palo, le rompe la cabeza a otra persona. El señor que quema un auto, ese señor es un delincuente”, insistió la funcionaria del gobierno de Javier Milei.
En otro tramo, Bullrich defendió con la política del Gobierno nacional de poner fin a la intermediación de las organizaciones sociales para el cobro de planes, y también la política de orden pública para impedir los cortes de calles y rutas. “Hay más dinero para la represión que para la educación”, lamentó Del Caño.
Esa mención irritó a Bullrich, que le aclaró al izquierdista que las partidas que más crecen en el Presupuesto 2025 no son para Seguridad, sino para Capital Humano. “Capital Humano aumenta un 35% y el nuestro 19%”, explicó la ministra sobre la variación en términos reales de las asignaciones de recursos.
“Eso es una decisión del presidente de la Nación (Javier Milei) de tener una cobertura social fuerte, distinta, sacando del medio a los intermediarios, a los gerentes de la pobreza, los que les cobraban, los que los llevaban a las marchas”, indicó. Según dijo, “el sistema de explotación que se utilizó durante todos estos años ha sido una brutalidad”. “Eso se está superando. Eso es una recuperación de dinero para la gente que no le tiene que dar la plata a nadie. Es una recuperación de la libertad”, sostuvo Bullrich.
Y se explayó: “Durante 25 años salieron todos los santos días a la calle para impedir que los argentinos lleguen a su trabajo. Los que viven en el conurbano sur, los más pobres del Gran Buenos Aires, eran discriminados cuando venían a buscar trabajo a la Ciudad porque tenían el Puente Pueyrredón cortado”. “Hay una decisión de este Gobierno de que haya orden público, que las calles no estén tomadas todos los días, que la gente no sea tomada como rehén”, concluyó.
