Realmente impensado fue lo que se vivió en Desayuno Americano, el programa que lleva adelante Pamela David a través de la pantalla de América TV. Allí, se habló del conflicto que parece no tener fin en torno a los manteros de Once y un nuevo operativo policial.
En medio del conflicto, dialogaron con Daniel, un inmigrante que se mostró muy molesto por todo lo que está pasando. «Entiendo tu enojo porque a vos te quitaron la mercadería, y no me gustaría estar en tus zapatos. ¿Para vos cuál sería la solución?», indagó la conductora en un momento de mucha tensión.
«No, a mí no me quitaron nada… Desde el 2015 yo estoy hablando de lo mismo, los que tienen los locales les dan a los de las calles para que vendan, y los que tienen los locales venden por mayor», afirmó el entrevistado en una nota que de a poco iba tomando temperatura.
«Pagan los impuestos y el país camina bien. China está creciendo porque desde el chiquito al más grande venden lo mismo», aseveró sin guardarse absolutamente nada. Fue allí cuando Paulo Vilouta tomó la palabra y el móvil quedó en medio de un duro enfrentamiento.
«Hay que ir a China, amigo, que es la solución. Allá hacen lo que quieren, venden lo que quieren…», aseveró. Lejos de quedarse callado, Daniel salió con los tapones de punta. «Vos sos mala leche, amigo. Quedate tranquilo, relajate. Yo pago impuestos en este país, tranquilo, relajate. Tomá un vaso de agua, amigo, y vamos a empezar a hablar», arremetió.
«Amigo, vos estás hablando con un negro que fue a la escuela, no estás hablando con un negro tonto. Yo fui a la escuela, a la universidad, yo fui militar en mi país. No me vas a venir a hablar cag*das», apuntó el comerciante. «Te hablamos bien, Daniel, bajá un cambio», le dijeron. «Señora, por favor, dele un vaso de agua», lanzó él. Fue allí cuando Pamela David se cansó y decidió terminar con el móvil dejando a todos con la boca abierta. «Chau, te mando un beso grande, diría Sofovich. Me hinché las pe*lotas. Listo, bueno, listo», finalizó.
