El precio del petróleo continúa en alza debido a las crecientes tensiones geopolíticas en Medio Oriente, exacerbadas por el ataque con misiles balísticos de Irán el pasado 1 de octubre en respuesta a bombardeos israelíes. La posibilidad de una escalada militar entre Israel e Irán ha provocado volatilidad en los mercados energéticos, impulsando los precios del crudo y generando preocupación a nivel global.
De acuerdo a datos de la agencia NA, el barril de Brent, que es la referencia en la Argentina, aumentó un 1,24%, alcanzando los 78,58 dólares. De igual manera, el West Texas Intermediate (WTI), referencia en el mercado estadounidense, subió un 1,30%, ubicándose en 74,67 dólares. Este incremento en los precios refleja el temor de los inversores a una posible represalia israelí que pueda desestabilizar aún más la región y, en consecuencia, el suministro global de petróleo.
El alza en el precio del petróleo afecta directamente a la Argentina, ya que el Brent es el precio de referencia para las importaciones de combustible. Un aumento prolongado en el costo del barril podría traducirse en mayores costos de energía para el país, impactando tanto en el precio de los combustibles como en la inflación, dado que el transporte y la producción industrial dependen en gran medida de estos insumos.
Desde el ataque iraní, el Brent ha experimentado un aumento del 9,6%, subiendo desde los 72 dólares por barril hasta los niveles actuales. Esta escalada ha estado impulsada por la incertidumbre sobre las próximas acciones de Israel, que podrían incluir ataques a infraestructuras clave en Irán, como refinerías o terminales exportadoras de crudo, lo que limitaría la oferta mundial y generaría un aumento aún mayor en los precios.
En la Argentina, este escenario podría generar presión adicional sobre la economía, que ya enfrenta dificultades por la inflación. Un incremento en los precios del petróleo se reflejaría en el aumento de los costos del transporte, lo que podría repercutir en los precios de productos básicos y generar un impacto negativo en el consumo interno.
La tensión en Medio Oriente sigue aumentando
La situación en Medio Oriente es especialmente delicada porque la región alberga a algunos de los mayores productores de petróleo del mundo, y cualquier interrupción en la producción o exportación podría tener repercusiones globales. De continuar la incertidumbre y escalar el conflicto, es probable que el precio del crudo siga en aumento, afectando no solo a la Argentina, sino también a otras economías dependientes del petróleo importado.
Mientras tanto, las conversaciones diplomáticas entre Estados Unidos e Israel están siendo monitoreadas de cerca por los inversores, que buscan señales sobre la posible evolución del conflicto. Arabia Saudita, otro actor clave en la región, podría jugar un papel importante, ya sea estabilizando el mercado o beneficiándose de una mayor demanda de su petróleo si el conflicto limita la oferta de otros países.