La Unión Cívica Radical (UCR) se quebró hace varias semanas por la disputa entre los diputados que respaldan las políticas de Javier Milei y los que no. En este marco, y tras un intento de diálogo fallido, finalmente se quebró el bloque radical en la Cámara de Diputados y ahora quedaron divididos en dos sectores. El nuevo bloque, llamado «Democracia para siempre» está presidido por Pablo Juliano y cuenta con el respaldo de Facundo Manes.
En total son 12 sus integrantes, una baja sensible para Rodrigo De Loredo que pasó de dirigir a 33 personas a 21. Además de Juliano y Manes está compuesto por los siguientes diputados radicales: Marcela Antola, Fernando Carbajal, Carla Carrizo, Mariela Coletta, Marcela Coli, Melina Giorgi, Juan Carlos Polini, Jorge Rizzotti, y Danya Tavela.
«Democracia para siempre» agrupa tanto diputados enrolados en el sector de Manes como a dirigentes de Evolución, la corriente radical que se referencia en el senador Martín Lousteau y Emiliano Yacobitti. Éste último sector pretendía que la porteña Carla Carrizo presidiera el bloque, pero al final primó el criterio de la mayoría, dado que Manes tiene influencia sobre un grupo más grande de diputados.
En el reparto de lugares para la nueva conducción, se definió que Carrizo sea la secretaria parlamentaria, un rol de alto perfil y clave para la articulación con otras fuerzas políticas. La vicepresidenta de Democracia para Siempre será la pampeana Marcela Coli, que también es cercana a Manes, mientras que la Secretaría General será ocupada por el correntino Manuel Aguirre.
Fotos y conversaciones
Hasta ayer por la noche, la UCR tenía un acuerdo de diálogo para tratar de encarrilar el espacio y que no se quiebre el bloque. Sin embargo, los «radicales con peluca» jugaron en favor del Gobierno y el poco diálogo que había se terminó de cortar. El presidente invitó a los legisladores a un agasajo tras haber logrado mantener el veto a la Ley de Financiamiento Universitario y ellos accedieron.
Como si eso fuese poco, circuló una foto de Rodrigo De Loredo abrazado a Mauricio Macri en las últimas horas, la cual fue tomada como una burla desde este espacio disidente que decidieron romper por completo el bloque para no quedar pegados a las decisiones de su presidente parlamentario. «La ingenuidad en política es un delito. La ingenuidad en política es un delito. Sentarte en la mesa de Milei, después de lo que le está haciendo a las universidades. Después de lo que le está haciendo al Garraham. ¿Qué necesidad?«, planteó Juliano en horas de la tarde.
