Ginés González García, exministro de Salud del Gobierno de Alberto Fernández, falleció hoy a los 79 años en Buenos Aires. El funcionario, clave en la política sanitaria argentina durante varias gestiones del peronismo, estaba internado en el Instituto Quirúrgico del Callao, donde luchaba contra un cáncer. La noticia de su muerte, confirmada minutos antes de las 13 horas, generó una profunda conmoción en el ámbito político y en el sector de la salud.
La familia de González García se despidió de Ginés a través de un emotivo mensaje en redes sociales. En un posteo de Instagram, expresaron: «Con mucha tristeza hoy despedimos a un hombre distinto, cuya vida y legado han marcado un antes y un después en nuestras vidas». Resaltaron su convicción por un mundo más justo y su capacidad para escuchar y guiar a los demás, destacando su integridad y liderazgo.
González García fue un referente del sanitarismo en Argentina, ocupando el cargo de ministro de Salud durante los gobiernos de Eduardo Duhalde, Néstor Kirchner y Alberto Fernández. Su gestión estuvo marcada por grandes desafíos, especialmente durante la pandemia de COVID-19, donde su figura ganó visibilidad, pero también fue objeto de críticas. Sin embargo, su legado como médico y su compromiso con la salud pública quedaron grabados en la memoria de muchos.
El mensaje de su familia, cargado de emoción, recordó los ideales del exministro: “Nos enseñó que el verdadero liderazgo se sustenta en el servicio, la empatía, la colaboración y el consenso”. Asimismo, rememoraron su amor por Racing y su visión de una Argentina mejor, reafirmando el impacto que tuvo tanto en el ámbito profesional como en lo personal.
La carrera de Ginés González García
Nacido en San Nicolás de los Arroyos el 31 de agosto de 1945, González García se formó como médico cirujano en la Universidad Nacional de Córdoba. A lo largo de su carrera, fue un defensor incansable de la salud pública, implementando políticas que buscaban mejorar el acceso a los servicios médicos y modernizar el sistema sanitario.
Su paso por el Ministerio de Salud lo convirtió en una figura controvertida, especialmente durante la pandemia, cuando enfrentó duras críticas por la gestión de las vacunas y la campaña de vacunación. Sin embargo, su legado como sanitarista sigue siendo valorado por muchos, y su partida deja un vacío en el campo de la salud pública.