Connect with us

Hola, qué estás buscando?

VIDA Y ESTILO

Dom Pérignon: una reserva eterna

La historia de uno de los exponentes más esplendorosos del mundo de los vinos espumantes.

Dom Pérignon es una muy famosa marca de Champagne reconocida a nivel mundial. La principal característica de este vino espumante es que, para garantizar su calidad, solo se produce en buenos años. Así, de acuerdo con Richard Geoffreoy, el antiguo maestro de bodega de Dom Pérignon: “las uvas nunca son las mismas de un año al otro. Si una cosecha no satisficiera los estándares de Dom Pérignon, ese año no habrá reserva. Esto no representa un juicio de valor, sino una visión estética».

Las uvas provienen de un viñedo clasificado como Premier Cru, situado en Abbaye d’Hautvilliers. Los demás viñedos productores de Dom Pérignon son Grand Cru y están entre los más hermosos de la región. El estilo del Champagne debe mucho al emblemático maestro de Bodega, Richard Geoffroy. Efectivamente, él dirigió la estancia por casi 30 años y asistió en la creación de magníficas reservas balanceadas y armoniosas con sus habilidades de enólogo.

Maison Dom Pérignon comercializa tres tipos de reservas, siendo la más famosa Dom Pérignon Vintage. Cada botella presenta la reserva de la cosecha y sale al mercado al rededor de nueve años con posterioridad a la producción. Richard Geoffroy es responsable del origen de la reserva Plénitude. Ello supone reservas con años adicionales de añejado. Así, por ejemplo, el Dom Pérignon P2 cuvée se comercializa luego de una maduración sobre lías de 12 a 15 años. Por su parte, el Dom Pérignon P3 vintage, luego de cerca de 25 años de maduración sobre lías. Sea como fuere, cada reserva ofrece una experiencia única e invita a los consumidores a degustar el paso del tiempo, instando al hedonismo y dejando recuerdos duraderos.

¿Quién fue Dom Pérignon?

Dom Pérignon, cuyo nombre verdadero fue Pierre Pérignon, fue un monje de la orden benedictina nacido en 1638 en Champagne. El monje pasó la mayor parte de su vida en el Monasterio Hautvillers. Allí se desempeñó como bodeguero y responsable de la producción vinícola.

Pérignon es reconocido por su contribución a la mejora de calidad de los vinos de Champagne gracias a sus técnicas de producción. Particularmente, trabajó en la mejoría de los métodos de producción, pero también desarrolló la práctica de combinar uvas de diferentes cepas para obtener vinos más armoniosos. Ello trajo consigo nuevos métodos de fermentación en botella y, por consiguiente, la posibilidad de elaborar vinos más refinados y más espumantes.

Si bien se le atribuye legendariamente la invención del champagne, Dom Pérignon no fue quien creó este vino efervescente, sino que trabajó incansablemente para mejorarlo. Incluso, el champagne existía con anterioridad al nacimiento de Dom Pérignon y se lo conocía como “vino espuma”. Dom Pérignon falleció en 1715 a la edad de 77 años y se mantiene vigente como una figura emblemática en la historia de la producción vitivinícola de Champagne.

De acuerdo con la leyenda, el monje habría inventado el champagne de manera azarosa, al sellar botellas de vino blanco con cera de abejas. El nivel de azúcar crearía una segunda fermentación, dando origen a la efervescencia y espuma típica de los vinos de Champagne. Él fue también un diestro experto en la mezcla, combinando las mejores uvas de diferentes cepas en búsqueda de un producto más complejo y calibrado. Así, Dom Pérignon supone el legado de este monje visionario.

La casa Moët & Chandon, propietaria de la abadía desde 1823, comercializa excepcionales reservas del mejor vino de Champagne bajo la marca Dom Pérignon. Sacó al mercado su primera reserva, la correspondiente al año de 1921, en 1936. Desde entonces, otras 46 reservas se han producido hasta la fecha.

El primer argentino en trabajar para la empresa

Gustavo Agostini es un ingeniero agrónomo y enólogo originario de la ciudad de General Alvear, que ostenta un indiscutible camino recorrido en la industria vitivinícola. Agostini consiguió captar el interés el grupo Moët & Hennessy, habiendo vinificado no solo en Argentina, sino también en Francia, Estados Unidos y en India. Allí se desempeñó en el cargo de gerente de Enología durante un aproximado de cuatro años. Declara Agostini que ello supuso uno de los más importantes desafíos de su vida. Sin embargo, desde julio de este año, se incorporó al staff enólogico de Dom Pérignon. De modo que así se constituyó en el primer profesional latinoamericano en integrar el equipo enológico de una de las empresas vitivinícolas más célebres del mundo. Sin dudas, este nuevo desafío supone el broche de oro de un trayecto laboral de excepción.