No hay dudas de que Marcelo Tinelli es una de las figuras más importantes del mundo del espectáculo, y es que se trata de uno de los conductores con más trayectoria y timing televisivo de la pantalla chica. Muchas han sido las figuras que han pasado por sus programas, entre ellas Marcela Feudale, uno de los personajes clave en la historia del empresario.
Pero así no es como lo ve Marcela Feudale, que en una reciente conversación con Ángel de Brito para su ciclo de streaming Ángel Responde (Bondi Live), destrozó a Marcelo Tinelli. ¿En algún momento lo pasaste mal al aire?”, le preguntó el conductor, a lo que ella respondió: “No, en algún momento me enojé yo. En algún momento me entré a enojar yo con todo, con el programa, con todo, con la gente».
«No quería estar más ahí, miraba todo desde afuera. Me enojé porque sentía que era como una planta, que decían, ‘traigan a Feudale que llueve’. ¿Me entendés? Empecé a sentir eso por parte de la producción, por parte de Marcelo, por parte de todos. ‘Reíte, boluda, dale’. Me enojé durante muchos años, y estaba muy tensa”, continuó Marcela Feudale.
“Me quedé pero puteando todo el día. Te cambiás atrás de un perchero porque tenés onda, decís, bueno, cambiate atrás del perchero. Ahora, cuando pasan 30 años, te seguís cambiando atrás del perchero y a nadie le preocupa, la p… que te parió, hermano, ¿te tengo que pedir un camarín?», apuntó Marcela Feudale visiblemente molesta.
«(Había) mucho pedorro que vos lo veías pasar, que entra siendo un moco, nada, y todas las cámaras corren atrás de él y le pagan lo que nunca te pagaron a vos. Hoy lo veo un poco licuado, yo conocí un Marcelo que lo mirabas y llenaba el espacio, era el conductor por excelencia. Perdió esa imagen tan potente que tenía, yo siempre le dije que el fútbol no era para él», señaló.
«Nosotros entrábamos a las 10 de la mañana y salimos a las doce de la noche, habíamos grabado un solo programa. Tenía una reunión y nos dejaba a todos esperando. Yo no sé si es consciente de esto que digo yo, por ahí lo vive de la manera en que él está más relajado y está mejor», recordaron Marcela Feudale y Ángel de Brito.
«La gente te decía ‘por acá pasó Marcelo porque huelo su perfume’, era esa presencia permanente a la distancia. Siempre fue divo, cuando recién empezamos no tanto. Se fue separando y es lógico que sucediera en la medida en la que se fue transformando en empresario y recibía a otros que no eramos nosotros. Yo empecé con él en el 92», sentenció.