El asado en la Argentina aumentó cerca de un 120% desde enero de 2024, un incremento que supera el índice general de inflación acumulado en el mismo período, que fue del 101,6%. Este fenómeno resalta la aceleración de los costos de los alimentos, que afectan no solo a los cortes populares de carne, sino también a otros productos básicos en la mesa de los argentinos.
Un estudio del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) detalla que los cortes de carne, aunque mostraron una suba menor a la inflación en el último mes, han experimentado un aumento promedio de 119,3% en los primeros 10 meses del año. Esto implica que, aunque los precios parecen haberse estabilizado en el corto plazo, la escalada anual resulta difícil de sobrellevar para el consumidor.
Inflación en el asado y en los cortes de carne más demandados
Algunos cortes populares registraron alzas especialmente significativas. Por ejemplo, el osobuco aumentó un 169% y la picada especial un 158%, mientras que la tapa de asado y la tapa de nalga subieron un 157% y 154%, respectivamente. Incluso el pollo, que suele ser una alternativa económica para las familias, tuvo una suba interanual del 200%. Este incremento ha reducido el consumo de carne: en lo que va del año, el consumo promedio por habitante cayó un 12,3% en comparación con el mismo periodo de 2023, ubicándose en 46,8 kilos.
A pesar de estos incrementos, el aumento de precios en las carnes aún se mantiene por debajo del índice inflacionario general del país, que alcanzó un 209% en los últimos 12 meses. Sin embargo, este dato no ha logrado frenar la caída del consumo, que refleja cómo la inflación ha impactado el poder adquisitivo de los argentinos, obligándolos a reducir el gasto en carnes y otros alimentos.
En este contexto, también se observó una suba en otros productos alimenticios hacia el cierre del mes de octubre. Según un reporte privado de la consultora LCG, los precios de los alimentos aumentaron un 1,7% en la cuarta semana de octubre, una variación que supera los registros de semanas anteriores, en las que incluso se había registrado una leve deflación en alimentos.
La consultora reportó que las frutas fueron las que más subieron, con un incremento del 5,7%, seguidas de los lácteos y huevos, que aumentaron un 4,6%, y las bebidas e infusiones, que registraron una suba del 4,2%. Estos aumentos están empujando el promedio mensual de incremento en alimentos al 2,3%, lo que sugiere que la inflación de octubre podría ubicarse cerca del 3%.