El Gobierno de Javier Milei festeja la baja del Riesgo País y se lo dedica a los que no la ven: "Reconozcan sus errores" POLÍTICA El Intransigente

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El Gobierno de Javier Milei festeja la baja del Riesgo País y se lo dedica a los que no la ven: «Reconozcan sus errores»

Marina Dal Poggetto, economista opositora del Gobierno de Milei, no pudo negar los buenos números de octubre y lo atribuyó a una «alineación de planetas».

El viceministro de Economía, José Luis Daza, cruzó con dureza a la economista Marina Dal Poggetto, quien había sugerido en una columna de opinión que la baja del Riesgo País de octubre fue consecuencia de una «alineación de planetas». Daza aprovechó la oportunidad para defender la política económica del gobierno de Javier Milei y desestimar las críticas de economistas que, considera que buscan explicar el fenómeno a través de metodologías anticientíficas.

En una publicación en redes sociales, Daza ironizó: «Durante siglos, antes de la invención del método científico, los seres humanos usaron la astrología para explicar fenómenos que no entendían. Curiosamente, hoy, veo a muchos economistas recurriendo a la astrología para explicar lo que no pudieron prever. ‘Son los astros’, dicen». Estas declaraciones marcaron un tono desafiante y cuestionaron la capacidad de los críticos para analizar los cambios en la economía argentina.

Un programa económico que sorprendió a los críticos como Marina Dal Poggetto

Según Daza, los resultados positivos de octubre son producto de un programa económico «comprensivo», basado en principios sólidos de teoría económica y financiera. El funcionario explicó que las medidas implementadas requieren un conocimiento profundo tanto de los mercados financieros internacionales como del sistema financiero local. «La urgencia demandaba conocimientos que pocos economistas tienen», afirmó, señalando que el éxito del plan está en la capacidad técnica del equipo liderado por el ministro de Economía, Luis Caputo.

En su respuesta, el viceministro detalló que la baja en el riesgo país no es un fenómeno aleatorio, sino el resultado de factores específicos que se pueden explicar con claridad desde la política económica. Entre estos factores, destacó la aplicación de medidas financieras y monetarias que lograron contrarrestar un contexto global desfavorable, en el que las tasas de interés de Estados Unidos jugaron en contra.

Daza también argumentó que la caída del Riesgo País y de la brecha cambiaria, así como la reducción de la inflación, fueron inducidas por políticas diseñadas a medida para la situación argentina. A diferencia de lo planteado por Dal Poggetto, quien insinuó una «ayuda externa» o «alineación de planetas», el funcionario aseguró que las causas de este éxito son concretas y fundamentadas.

El viceministro fue aún más lejos al sugerir que los economistas que cuestionaron el plan deberían reflexionar sobre sus errores de cálculo. «Haría bien a la discusión económica que quienes no previeron el éxito del programa hasta ahora hagan introspección y clarifiquen en dónde se equivocaron. Todos nos hemos equivocado. Cuando la evidencia lo muestra, es bueno reconocerlo», enfatizó, en un tono que invita a los críticos a admitir sus fallas.

Lejos de ser triunfalista, Daza admitió que el camino aún es largo y que la situación económica de Argentina sigue siendo compleja. Sin embargo, insistió en que los resultados obtenidos hasta ahora demuestran que el país avanza en la dirección correcta. “Es importante no ser triunfalista, pero es innegable que las variables económicas y financieras se han comportado tal como lo predijeron las autoridades”, sostuvo, defendiendo la estrategia del gobierno.

Para cerrar, el viceministro agregó una frase que encapsula su posición sobre las críticas recibidas: “Argentina avanza en la dirección correcta… ningún horóscopo lo predijo”. Con estas palabras, dejó claro que el gobierno de Javier Milei no solo confía en su plan económico, sino que también está dispuesto a defenderlo ante quienes, según ellos, han subestimado sus logros y han preferido adjudicar los buenos resultados a factores externos en lugar de reconocer la efectividad de las políticas implementadas.

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