El director de la SIGEN (Sindicatura General de la Nación), Miguel Blanco, brindó detalles sobre las auditorías que se llevarán a cabo en las universidades públicas, una iniciativa impulsada por el Gobierno nacional tras el veto de Javier Milei a la Ley de Financiamiento Universitario. Blanco explicó que el proceso comenzará la semana próxima y que la Universidad de La Matanza será la primera en ser auditada.
«La SIGEN ya había auditado universidades en el pasado, hasta que el dictamen de Zannini de 2022 lo impidió. Ahora estamos rearmando el equipo para retomar el control sobre el uso de los fondos públicos que reciben las universidades», comentó Blanco, en una entrevista para el programa No hay plata de Radio con Vos y agregó: «Vamos a empezar con La Matanza y después iremos priorizando según el volumen de fondos y los convenios establecidos».
El alcance de estas auditorías, según el síndico, se centrará en el control del uso de los fondos y los convenios de trabajo realizados por las universidades. «Vamos a revisar los procesos y controles internos, y a través de un muestreo, verificar cómo se usan esos fondos. No nos corresponde auditar temas de autonomía como la designación de autoridades o profesores», aclaró Blanco.
En cuanto a los plazos, Blanco estimó que los primeros resultados estarán listos entre uno y dos meses después de comenzar el proceso. «Podemos emitir informes parciales y acceder a ellos a través de la Ley de Acceso a la Información Pública, como hemos hecho con otros informes este año», explicó. También señaló la posibilidad de que estos documentos estén disponibles en el sitio web de la SIGEN para mayor transparencia.
Blanco enfatizó que, si se encuentran irregularidades, se procederá de manera rigurosa. «Si detectamos síntomas de corrupción, lo derivaremos a la Oficina Anticorrupción y a la Fiscalía de Investigaciones Administrativas para que continúen el curso de la investigación», afirmó.
El cuestionamiento de la SIGEN contra la UBA
El síndico también recordó que la Universidad de Buenos Aires (UBA) se había resistido en el pasado a ser auditada, algo que calificó como «injustificado». «Más allá de los reclamos que puedan tener sobre los fondos, es sentido común que sean auditados. La UBA debería dar el ejemplo de transparencia», concluyó.
Las auditorías se dan en un contexto de confrontación entre el gobierno de Milei y las universidades públicas, y responden a su reiterado pedido de control sobre los fondos que manejan estas instituciones.