Ha sido tal la calidez que ha tenido Mario Massaccesi a lo largo de Cuestión de Peso, que los participantes ya no tienen miedo de abrirse sobre sus historias de vida. Tal es el caso de Camilota, que en una reciente entrevista para Ciudad Magazine, abrió su corazón como nunca. La influencer se mostró muy contenta por haber bajado 25 kilos desde que llegó al programa.
«Creo que me faltan 10 kilos para el alta. Es mi logro, ahora estoy sintiendo el cambio. Y más desde que Victoria y Melina, dos de mis compañeras del programa, están de alta. Así que ahora lo que pienso es que se puede y quiero ser la tercera. Duermo mejor, aprendí a comer. Porque no sabía comer. La verdad, me pasaba mucho cuando salía a la calle y por ahí había un vendedor que compraba cualquier cosa», conto.
«Me siento mejor, me veo más linda. O sea, cuando entré a Cuestión de Peso dije ‘me amo como soy’. Pero creo que lo decía y no era tan así. Soy segura de mí, pero hoy por hoy que me veo, estoy más flaca, más linda. Y lo digo en el sentido físico porque yo soy toda linda. Mirá, mi madrina Kari, siempre me insistía para que haga dieta. Y yo le contestaba: ‘me voy a morir así'», recordó Camilota.
Sobre su relación con Karina, Camilota expresó: «Ella es mi madrina pero es un título que le puse yo. Ella me conoció cuando yo tenía 9 años. Era compañera de mi papá en una remisería en Ramos Mejía. En ese momento mis hermanos y yo vivíamos con mi papá. Éramos tres chicos. Mi mamá nos había dejado con mi papá para que él nos críe y nos pueda dar una mejor calidad de vida, pero bueno, yo no era nada tranquila».
Entonces un día, Karina hablando con mi papá se enteró que me tenía que hacer ver por un tema de una disminución en la audición que tengo, pero él trabajaba de noche. Me tenía que llevar al médico y comprar unos medicamentos que costaban una fortuna. Vivíamos al día. La cosa es que me acuerdo que todos sus compañeros pusieron un poco para que mi papá me pueda comprar los remedios. Y ahí conocí a Karina», rememoró.
«Ahora soy como… ¡soy la hija! Esto pasó hace veintitrés años. Ella estuvo en los momentos más duros de mi vida, hasta me fui a vivir con ella. Y como siempre digo, no tuve el amor de mi mamá, pero tuve el amor de una persona que la quiero como mi madrina, como mi segunda mamá. Yo vengo de muy de abajo y ella siempre me inculcó que siga estudiando y así terminé el secundario a mis 28 años, por ejemplo. Y muchas otras cosas buenas gracias a ella», relató.
«Creo que es como un ángel. Le digo a ella a veces: “Tía, ¿qué sería de mi vida si no te hubiera conocido?”. Quizás ya tendría hijos o no, no sé. Pero no sé si estaría esta Camila que hoy está hablando acá. Es como mi segunda mamá realmente. No quiero llorar, pero me emociono. Hizo mucho por mí. Sé que muchas veces dejó muchas cosas de lado para atenderme. Viví en su casa, me llevó al colegio, me aguantó todo ese tiempo en el que estuve muy caprichosa cuando falleció mi mamá y se cayó mi mundo. También quiero aprovechar a agradecerle a mi papá, que me dio la oportunidad de conocerla. Fue duro también para él dejarme ir a vivir a otro lado», sentenció Camilota.