Jorge Yoma, apoderado de la lista «Federales, un grito de Corazón» que intentó pelear la presidencia nacional del Partido Justicialista (PJ), habló de la interna del peronismo y ahondó en los problemas que afrontó la lista del gobernador riojano, Ricardo Quintela, a la hora de afrontar esta votación, de la cual finalmente fue descalificado.
En una entrevista en Blender, un Jorge Yoma más descontracturado explicó como nació la interna entre Quintela y la ex presidente, Cristina Kirchner, por la presidencia del PJ nacional. «Hace meses que Ricardo comenzó a caminar por todo el país y se metió en los pueblos para hablar con todos los compañeros», destacó Yoma y lo comparó con la estrategia que hizo Carlos Menem.
Según Yoma, el mandatario riojano había reunido el apoyo de los gobernadores y sindicalistas peronistas, y «hasta se había reunido con Cristina Kirchner», para lograr impulsar su campaña dentro del PJ. «A nadie le importaba el partido, solo a Quintela le importó y trabajó para eso. Todos lo alentaban», comentó Yoma. Mas, según el dirigente riojano, 10 días antes de que se presenten las listas comenzó el «operativo clamor» para impulsar la campaña de la ex mandataria dentro del PJ.
» ‘Tenes que bajarte’, le dijeron a Quintela, que llevaba seis meses trabajando y tenía el apoyo de todo el peronismo del Interior. Entonces presentó la lista y comenzó a hablar con la Junta Electoral para que el proceso sea ‘virtuoso’ «, explicó Yoma y a continuación fue contundente con sus críticas a la organización de la elección. Según el apoderado de Quintela, «no había escuelas ni lugares, tampoco habían autoridades de mesa, ni sistema operativo para votar faltando 25 días para los comicios; y la Junta Electoral no se había reunido».
«No había nada y teníamos que votar en 20 días», enfatizó Yoma y afirmó que «el conflicto tomó identidad propia». «La Junta Electoral no se juntó nunca, lo hicieron pro primera vez para rechazar nuestra lista, que encima lo hicieron por Zoom como si siguiéramos en pandemia», continuó explicando Yoma y subrayó: «Fue una situación bizarra y ridícula«.