La militante de 24 años, Geraldine Calvella, se hizo conocida en marzo debido a una controversia que la llevó a renunciar al Renaper, donde había asumido apenas unas semanas antes. A pesar de esta situación, su figura no solo persistió en la escena política, sino que ganó notoriedad dentro de La Libertad Avanza. Calvella, oriunda de Saladillo, asumirá su puesto en la Legislatura de la provincia de Buenos Aires en diciembre, tras la renuncia de Alejandro Carrancio, quien se trasladará a un cargo en el Instituto Nacional de Promoción Turística (Inprotur).
Calvella se destacó a nivel nacional tres meses después de que Javier Milei asumiera la presidencia. Fue nombrada como directora de Planeamiento y Fiscalización de Centros de Documentación en el Renaper, un cargo que generó críticas por su juventud y la falta de experiencia laboral. En ese puesto, percibía un salario de $2,5 millones, lo que generó polémica en medio de cuestionamientos sobre el ingreso de militantes en el Estado y sus capacidades.
En medio de la controversia, Calvella defendió su gestión y argumentó que había trabajado arduamente para resolver problemas en el Renaper. «Coordine la séptima sección y logramos liberar miles de DNI almacenados», explicó en una entrevista, señalando que su renuncia se debió a que la situación no favorecía al Gobierno. «Prioricé al partido, no se trataba de mí», añadió.
Además, asumió el cargo de secretaria de Juventud de La Libertad Avanza en la provincia. Su liderazgo en el ámbito juvenil se considera fundamental, especialmente dado el papel que la juventud tuvo en la reciente victoria electoral de Milei. «Sin los jóvenes, no tendríamos un presidente», destacó la ahora legisladora bonaerense.
La joven llegó a la Cámara en un contexto de tensiones internas en La Libertad Avanza, que se intensificaron tras el ascenso de Milei a la presidencia. Mientras algunos miembros del bloque comenzaron a expresar diferencias, Calvella logró consolidar su posición y es bien recibida por los nuevos líderes de la bancada. A partir de diciembre, cobrará como diputada provincial un salario de $3.900.000 netos.
Calvella expresó su deseo de enfocar su trabajo en la juventud y la educación superior, en un momento crítico para las universidades, afectadas por el veto de Milei a un aumento de financiamiento y las protestas estudiantiles. «Quiero presentar una nota de repudio por las tomas que impiden a los alumnos estudiar», afirmó en La Nación.