El conflicto entre estudiantes y el Gobierno de Javier Milei se agrava, con más de 100 facultades tomadas en todo el país en rechazo al veto presidencial a la ley de financiamiento universitario. La Universidad de Buenos Aires (UBA) es uno de los epicentros de la protesta, donde ya se registran ocho facultades en conflicto, mientras que otras instituciones educativas, como la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) y la Universidad Nacional del Comahue (UNComa), se sumaron a las medidas de fuerza.
El desencadenante de estas protestas fue la decisión del presidente Javier Milei de vetar la ley que incrementaba el presupuesto para las universidades públicas. En respuesta, miles de estudiantes, docentes y no docentes han salido a las calles y tomado los edificios en reclamo de mayor financiamiento. Milei, por su parte, declaró en una entrevista con LN+: “No está en discusión la universidad pública ni que sea no arancelada».
Las tomas de facultades se replican en todo el país. Según Luca Bonfante, secretario general del Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras de la UBA, «casi 100 facultades están tomadas» en este momento. Las asambleas estudiantiles han votado por estas medidas, a las que se suman otras acciones como clases públicas y cortes de calle en diferentes ciudades del país. La crisis en las universidades ha escalado a nivel nacional, involucrando no solo a estudiantes, sino también a docentes que exigen mejores condiciones salariales.
El conflicto abarca universidades de gran peso como la UBA, la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP), y otras en todo el territorio. Incluso universidades del conurbano bonaerense como la Universidad Nacional de Luján (UNLu) y la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS) se han unido a las protestas. Las medidas de fuerza amenazan con extenderse a otras casas de estudios si no se atienden los reclamos.
Un conflicto nacional que se trasladó a las universidades públicas más prestigiosas
En la UBA, una de las novedades fue la toma de la Facultad de Derecho, una institución que históricamente ha tenido una postura menos conflictiva frente a las movilizaciones. Esta medida sorprendió a muchos y evidenció la magnitud del descontento generalizado entre la comunidad universitaria.
Las demandas de los manifestantes apuntan directamente contra la decisión del presidente Milei de vetar la ley de financiamiento universitario. Los estudiantes y docentes exigen la ampliación de las partidas presupuestarias para las universidades, argumentando que la educación pública se encuentra en una situación crítica. Además, las protestas han derivado en un reclamo generalizado por mejores condiciones salariales para los docentes.
El conflicto no solo afecta a las facultades tomadas, sino que también genera una serie de medidas de apoyo por parte de los gremios docentes universitarios. Para el jueves 17 de octubre, el Frente Sindical de Universidades Nacionales ha convocado un nuevo paro con el objetivo de profundizar el plan de lucha.
