La puesta en valor de los vinos del noroeste argentino VIDA Y ESTILO El Intransigente

VIDA Y ESTILO

La puesta en valor de los vinos del noroeste argentino

Cómo el mercado vinícola internacional ha incidido en revalorización de las grandes cepas argentinas y, más puntualmente, en nuestro varietal autóctono.

Torrontés, Criolla Chica y, por supuesto, Malbec son todas cepas muy extendidas en las provincias que producen vinos en el noroeste argentino. A partir de ellas se elaboran algunos de los vinos más buscados del mundo. Sin dudas, la variedad más afamada es la última. Sin embargo, el Torrontés no cesa de crecer en términos de búsqueda por parte de los paladares más selectos. Asimismo, el varietal Torrontés es, con certeza, un emblema identitario de los vinos del noroeste argentino y la única cepa que puede considerarse autóctona propiamente dicho. Con la llegada del verano, los días se prolongan y las temperaturas se presentan adecuadas para disfrutar de buenos vinos blancos refrigerados.

En lo que respecta al mercado internacional, la situación de los vinos del noroeste argentino se encuentra en un apogeo que responde, entre otros fenómenos, a la reconocida relación precio-calidad, la excelente reputación ya consolidada por los vinos Malbec, y una magnífica estrategia empresarial de las bodegas que consiste en amalgamar al siempre prolífico turismo con los vinos del noroeste argentino, en lo que se ha dado en llamar enoturismo.

El vino Torrontés se elabora partiendo de un tipo particular de uva blanca que, a su vez, se subcategoriza en tres variedades: torrontés riojano, torrontés sanjuanino y torrontés mendocino. De todas estas, la más extendida tiende a ser la variante riojana, fácilmente identificable por sus racimos frondosos con bayas blanquecinas y compactas.

Ajustes y acondicionamientos

Los preceptos de esta renovada puesta en valor son varios. Para empezar, la inusitada originalidad que supo cautivar al público local en un principio continúa siendo un atributo seductor e incontenible para el gusto y los paladares refinados alrededor del mundo. No obstante, fue preciso negociar algunos aspectos que fueron siempre sinónimo de torrontés para adecuarse con mayor ductilidad al gusto del gran público. Así, por ejemplo, precisó pulir los aspectos más rústicos de su carácter y su evidente desequilibrio entre lo confortable de sus primeros segundos en boca y su considerable amargor final, el cual destaca ciertos tonos de madurez.

Por esa razón, durante los últimos tiempos se materializaron vinos del noroeste argentino de carácter mucho más aplacado y mesurado, sin ofrecer contrastes tan violentos entre el principio y el final de cada trago. Ello no implica, sin embargo, una renuncia a su esencia originaria. Todavía hoy en día hay productores que optan por dejar vestigios de azúcar residual con el fin de evocar de manera deliberada aquella rusticidad características. Por otro lado, también existen quien se esfuerzan por desarrollar, cada vez más, un buen balance entre los sabores amargos y el final seco, sin que este se presente de manera abrupta.

Por esa razón, los Torrontés contemporáneos gozan de mucha más fama que aquellos de tiempos pasados. Inclusive, es más sencillo distinguirlos por terruño que por estilo. Así, por ejemplo, el foco indiscutido es la ciudad de Cafayate, en la provincia de Salta, a más de dos mil metros sobre el nivel del mar. Tal es así que incluso es habitual que algunos productores mendocinos alquilen parcelas, instalaciones e instrumental para desarrollar sus propios Torrontés.

Algunas recomendaciones notables

Entre las bodegas de los valles Calchaquíes que recomendamos de manera enfática destaca la Bodega Federico Mena Saravia en el Alto Valle de Hualfín, en la provincia de Catamarca. Particularmente, los vinos que producen suponen todos ejemplares excelsos de aquellos tres varietales mencionados al comienzo de la nota. Cada uno de ellos resulta idóneo para alguna ocasión especial específica.

Gran Blend Federico Mena Saravia

Vino de color rojo intenso con bordes violáceos, muy frutado. Recuerda a ciruelas, pimienta y especias. Delicado y elegante, de buen cuerpo y volumen, taninos muy suaves, de largo y armónico final

Costo: $ 90.000

Varietales: 71% Malbec, 18% Tannat, 11% Cabernet Franc

Viñedo: María Hortensia Leguizamón Dávalos

Área: Alto Valle de Hualfín, Argentina

Altura: 1870 m s. n. m.

Tiempo de cosecha: fines de marzo de 2018

Crianza: 24 meses en barricas de Roble Francés de primer uso

Vinificación: selección de racimos y granos. Cosecha manual en cajas de 20 kg.

Alcohol: 14,5% vol.

Potencial de guarda: 10 a 12 años

PH: 3,60

Acidez: 6,37

Azúcar: 3,06

Centenaria Vineyards Torrontés 2022

Color amarillo brillante claro con tonos verdosos. Muy frutado y típico, de gran frescura. En la nariz, aparecen notas de cítricos, flores blancas y durazno blanco. En boca es estructurado, fresco, de buen volumen. Equilibrado, de largo y armónico final.

Costo: $ 13.000

Varietal: 100% Torrontés

Viñedo: Parral antiguo de 87 años

Área: Alto Valle de Hualfín, Argentina

Altura: 1870 m s. n. m.

Tiempo de cosecha: fines de marzo de 2022

Vinificación: selección de racimos y granos. Cosecha manual en cajas de 20 kg.

Crianza: Vino joven

Alcohol: 12,5% vol.

PH: 3,4

Acidez: 6,00

Azúcar: 1,80

Centenaria Vineyards Malbec 2019

Costo: $ 20.000

Varietal: 100% Malbec

Viñedo: María Hortensia Leguizamón Dávalos

Área: Alto Valle de Hualfin, Argentina

Altura: 1870 m s. n. m.

Cosecha: fines de marzo de 2022

Vinificación: selección de racimos y granos. Cosecha manual en cajas de 20 kg.

Crianza: 12 meses en barricas de Roble Francés

Alcohol: 14,5% vol.

PH: 3,65

Acidez: 6,15

Azúcar: 2,94

Salir de la versión móvil