Un grupo de doce diputados de la Unión Cívica Radical (UCR) se apartaron y abrieron su propio bloque para «poner fin a la infiltración del Gobierno«, según indica el flamante presidente de este espacio, Pablo Juliano. Ahora, la Cámara Baja tendrá dos facciones más marcadas del radicalismo, una que respalda a Javier Milei y la otra que no, o al menos no lo hará en todas las decisiones que tome.
«Nosotros queríamos ponerle punto final a la infiltración que había en la marca del radicalismo. Hay tipos que tenían su jefatura política y la tienen, su jefatura política, en Patricia Bullrich y no se terminan de hacer cargo», indicó Juliano en sus primeras declaraciones al frente de este bloque disidente que denunció un «oficialismo clandestino» en referencia a que hay «radicales que le rinden pleitesías al Gobierno».
En este mismo sentido, afirmó que hay «radicales afines al Gobierno nos toman el pelo y se burlan de la gente» por sus decisiones de respaldar al presidente Javier Milei en decisiones que tradicionalmente la UCR apoyaría, como el aumento a los jubilados o la Ley de Financiamiento Universitario que se aprobó gracias a los «cinco radicales con peluca» que respaldaron al mandatario.
Al profundizar el análisis de los motivos de la fractura, Juliano apuntó que «había un bloque que estaba roto hace mucho tiempo y sin una conducción. Nosotros no queremos vivir más discutiendo la interna del radicalismo, sino que queremos discutir los temas importantes que le importan a los argentinos, a la gente de a pie», afirmó Juliano.
La UCR en crisis: diálogo no satisfactorio
Por otro lado, el legislador afirmó que previo a esta ruptura se intentó establecer el diálogo entre las partes, pero no prosperó porque los «radicales con peluca» accedieron a un encuentro privado con el presiente: «Nosotros buscamos el diálogo hasta ayer por la mañana inclusive, estábamos sinceramente esperanzados en tener otro tipo de respuestas, pero la respuesta del oficialismo, la respuesta del bloque de Rodrigo de Loredo fue contestarnos con fotos. Con una foto abrazado de vuelta al Gobierno, tergiversando el momento político, camuflándolo de institucionalidad cuando no lo es. La verdad que crearon una situación que tornaba imposible seguir trabajando de esa manera», lamentó.
De hecho, una reciente foto de De Loredo abrazado al expresidente, Mauricio Macri, fue la gota que colmó el vaso de la UCR que, a su consideración, es una entrega de los intereses del espacio a otra fuerza completamente ajena: «La ingenuidad en política es un delito. La ingenuidad en política es un delito. Sentarte en la mesa de Milei, después de lo que le está haciendo a las universidades. Después de lo que le está haciendo al Garraham. ¿Qué necesidad?«, planteó.
Juliano destacó que el desafío del nuevo bloque radical es «la construcción de una alternativa, que no caiga ni en el extremo que invita Javier Milei, del populismo de derecha, ni tampoco en el extremo del populismo de izquierda que nos tenía acostumbrado el kirchnerismo hasta el año pasado».
Nuestro objetivo es construir la Argentina que nos merecemos- pic.twitter.com/xm8VHjrvTp
— Pablo Juliano (@PabloJulianoLP) October 24, 2024